Esta enfermedad mental y/o psicológicas varían según el problema y la persona y las condiciones emocionales.
La psicóloga Ivonnet Vega López señala que el confinamiento por COVID-19 ha repercutido de manera global en las personas, en términos generales, se percibió una mayor repercusión en el estado emocional y conductual, pues cualquier persona expuesta a un confinamiento tenga o no padecimientos emocionales y mentales siempre será un hilo conductor para generar cambios significativos ya sean positivos o negativos.
Algo que destacó es que el estrés, el miedo y la incertidumbre que generó la pandemia del COVID-19 afectaron en sobremanera a las personas, ya que muchos de ellas pueden tener problemas para lidiar con sus emociones, debido a que no solo se enfrentaron a una enfermedad desconocida que atentaba su vida, sino también se tuvo que lidiar con la pérdida masiva de seres queridos que por desfortuna perdieron la batalla frente a la enfermedad, así mismo de empleos, seguridad financiera etc., y éste cúmulo simultáneo de pérdidas, estrés y desequilibrio emocional.
Salud. Cómo resultado un alto porcentaje de enfermedades mentales y emocionales tales como: ansiedad, depresión y trastornos de personalidad. Vega López detalló que esto puede superarse siempre y cuando la población comprenda y genere una educación de salud mental y emocional, entendiéndose que cuando hablamos de salud no sólo se refiere al aspecto físico o biológico, sino también al psicológico y mental. Por lo tanto, debemos generar consciencia y ayudar.