Cuando una persona pasa a la tercera edad su salud física y mental es más vulnerable.
El enfermero Rodrigo Puente aclaró, que a medida que se va produciendo el inevitable cambio evolutivo en la vida de las personas, y se pasa del estado adulto a la tercera edad, comienza a producirse un deterioro más rápido en la calidad de vida. Por lo cual es indispensable que cuenten con la supervisión constante en su día a día.
En México residen 15.4 millones de personas de 60 años o más, de las cuales 1.7 millones viven solas. Sólo 41.4% son económicamente activos, y 69.4% presentan algún tipo de discapacidad, de acuerdo con la encuesta especial del INEGI.
Supervisión. Rodrigo Puente agregó que una persona mayor que presenta algún problema en su salud física o mental no debe de estar sola por ningún motivo, pues ya sea que, en compañía de hijos, familiares o personal de salud, siempre se le otorgue la atención necesaria o de lo contrario estará expuesto a diversas situaciones que lo puedan afectar.
Dependencia. Ante una vida activa, cuando de repente las personas comienzan a sentir las limitaciones progresivas de salud, capacidad, conocimiento, y energía, que producen sensación de impotencia y frustración, sobre todo en un mundo en el que ya no se valora la sabiduría de la experiencia, y sólo cuentan los valores materiales y productivos, lo que lleva a las personas mayores a la desmotivación y sentido de su existencia, generando cuadros de depresión en el adulto mayor. Pueden desarrollar el miedo a ser desatendido en cualquier momento, y desconfianza al estar en manos de otros, además de sentimientos de temor a que no se respete voluntad.