Matrimonio monclovense logra un sueño imposible

Alfredo Puente y Marisol Lozano se atrevieron a emprender en una época difícil para la economía y la salud.

En el lugar menos adecuado, en la temporada más difícil y sólo armados de grandes sueños, un matrimonio de dos jóvenes monclovenses logró lo que parecía imposible: en sólo un año pasaron de ser un puesto de tacos de olla en una esquina, a conformar un local bien establecido con 10 empleados y con opción de expandirse a través de nuevas sucursales a otros municipios y estados.

Según información de la Cámara de Comercio de Monclova, durante la pandemia 30% de los negocios comerciales decrecieron o desaparecieron. Pero Alfredo Puente y Marisol Lozano se atrevieron a soñar en grande. Las medidas sanitarias e inversión en la protección de la salud, la constante vigilancia y las capacitaciones, jugaron un papel determinante para seguir trabajando. No cerrar se convirtió en una prioridad.

Ganas y disciplina

Aunque reconocen que muchas veces no pasaron de vender apenas cinco docenas de tacos únicamente para recuperar lo invertido y quedarse sin ganancia, las ganas y la disciplina fueron la clave para superar los obstáculos.

“Ya habíamos intentado poner otros negocios y no funcionaron, pero nunca perdimos el entusiasmo. Cuando empezamos con los taquitos de olla, todo era cuestión de ponerle ganas y disciplina, y funcionó”, compartió Alfredo Puente.

Reto

Por su parte, la señora Marisol Lozano mencionó que fue hace 1 año 8 meses que iniciaron con este negocio, pero que fue este 11 de marzo que rentaron un local gracias a que notaron su progreso. Lo bautizaron como “Los gemelos”. El lugar representó un reto, pues se ubica en la zona más abandonada y vandalizada del centro de Monclova.

“Fue difícil, pero mi esposo tuvo la iniciativa y yo lo apoyé. Tenemos cinco hijos y siempre hemos tenido la intención de tener algo propio y que también les pertenezca a ellos”, expresó Marisol.

A pregunta expresa sobre por qué escoger un local en medio de un centro comercial abandonado y vandalizado, contestó que “el costo fue lo principal. Además, todas las reparaciones que tuvimos que hacer para habilitarlo corrió a cuenta de renta. Fue una oportunidad que no podíamos dejar pasar”.

Sueños por cumplir

Al día de hoy, Alfredo y Marisol piensan en grande y tienen la idea de abrir nuevas sucursales en Piedras Negras y Laredo. Haber cumplido una meta los llevó a plantearse nuevos sueños. Sin duda son un ejemplo de cómo se puede emprender y salir adelante en medio de las adversidades.

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