Sismo de magnitud 6,3 en Afganistán deja 20 muertos y 534 heridos

Sismo de 6,3 en Afganistán deja 20 muertos y 534 heridos. Daños severos en viviendas y patrimonio, incluyendo la histórica Mezquita Azul.

Un terremoto de magnitud 6,3 sacudió el norte de Afganistán, dejando 20 muertos y 534 heridos, con daños severos en viviendas y patrimonio.

La madrugada del lunes, un sismo con epicentro en Kholm, provincia de Samangan, y profundidad de 28 km, provocó la muerte de al menos 20 personas y dejó 534 lesionadas, entre ellas 25 en estado grave, mientras autoridades locales coordinan la ayuda y evaluación de daños.

Según el Ministerio de Salud afgano, la mayoría de las víctimas se concentran en Samangan, y el sismo afectó también la región de Balkh, donde la Mezquita Azul de Mazar-i-Sharif, joya arquitectónica del siglo XV, sufrió daños estructurales, incluido el desprendimiento de un minarete.

Daños y atención a afectados

Las autoridades talibanas reportaron que muchas casas quedaron destruidas y se registraron pérdidas económicas significativas. Las víctimas fueron trasladadas a hospitales locales, mientras equipos de emergencia despejaban carreteras bloqueadas por deslizamientos de tierra y coordinaban la movilización de asistencia humanitaria.

Corte de electricidad y desafíos logísticos

El suministro eléctrico se vio interrumpido en varias provincias debido a daños en líneas eléctricas provenientes de Uzbekistán, mientras la reconstrucción y restauración de servicios esenciales continúa bajo supervisión del gobierno local.

Contexto humanitario y geológico

Este sismo se produce apenas dos meses después del terremoto más letal en la historia reciente de Afganistán, ocurrido en agosto en las provincias orientales, que dejó más de 2 mil 200 muertos y más de 4 mil heridos. El país, situado en la cordillera del Hindu Kush, es vulnerable a movimientos sísmicos frecuentes debido a la convergencia de placas tectónicas.

Respuesta internacional y riesgos para la población

Organizaciones como Save the Children y la ONU alertan que miles de familias enfrentan el invierno con refugios precarios, aumentando la vulnerabilidad en un país ya golpeado por sequías, crisis económica y escasez de alimentos. La población norteña también vive con miedo e incertidumbre tras este nuevo desastre natural.

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