Trump firma orden para frenar regulaciones estatales de IA
El presidente Trump firma una orden ejecutiva para centralizar la regulación de la IA, desafiando los esfuerzos legislativos de estados como California.
En un movimiento dirigido a uniformar la política nacional y acelerar el desarrollo tecnológico, el presidente Donald Trump firmó este jueves una orden ejecutiva diseñada para frustrar la regulación estatal de la inteligencia artificial. La medida, largamente solicitada por los gigantes tecnológicos, busca establecer una autoridad federal única y podría recortar fondos a estados que promulguen normas consideradas "onerosas" para la industria.
Una Política Federal Única para la IA
El presidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva con el objetivo declarado de reforzar la tecnología emergente de inteligencia artificial y contrarrestar un mosaico de normas a nivel estatal. La industria ha argumentado que esta fragmentación regulatoria obstaculiza la innovación y el crecimiento. “Hay que tener una fuente central de aprobación... No pueden ir a California, Nueva York y varios otros lugares”, afirmó Trump durante la firma en el Despacho Oval.
Mecanismos para Impugnar Leyes Estatales
La directiva ordena específicamente dos acciones clave. Primero, instruye al fiscal general de EE.UU. a establecer un “Grupo de Trabajo de Litigios sobre IA”, encargado de impugnar judicialmente las leyes estatales que sean “incoherentes” con la nueva política federal. Segundo, exige al secretario de Comercio que, en 90 días, publique una evaluación de las leyes estatales existentes sobre IA para identificar aquellas consideradas gravosas.
Además, se permitirá a las agencias federales evaluar condicionar subvenciones discrecionales a que los estados no promulguen leyes de IA que entren en conflicto con los objetivos de la administración.
Victoria para el Lobby Tecnológico
La orden es una victoria para los líderes de la industria tecnológica que han presionado activamente por la preponderancia de las normas federales. Empresas como OpenAI, Google (Alphabet) y el gigante de capital riesgo Andreessen Horowitz habían abogado por esta medida. Ejecutivos como Jensen Huang, CEO de Nvidia, han advertido que las leyes estatales podrían “abrumar a una industria naciente” y perjudicar la competitividad de EE.UU. frente a China.
Reacciones y Contexto de una Regulación Esquiva
La medida no estuvo exenta de críticas inmediatas. Alexandra Givens, presidenta del Centro para la Democracia y la Tecnología, declaró que la orden “está diseñada para enfriar la acción a nivel estatal” sin abordar los daños documentados de los sistemas de IA. Por su parte, la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, había arremetido contra un borrador previo, acusando a la Casa Blanca de “proteger a las grandes corporaciones”.
La acción ejecutiva subraya la parálisis legislativa en el Congreso, que durante años no ha logrado aprobar una ley federal integral sobre IA. Esta ausencia ha llevado a estados como California a tomar la delantera en regular aplicaciones de IA en empleo, vigilancia y servicios, esfuerzos que ahora se ven complicados por la orden de Trump.
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