El Tiempo de Monclova

OPINIÓN Columna Monclova Piedras Negras Carbonífera Saltillo Torreón Seguridad

Sin Trump, Putin pierde su guerra

Jean Meyer
comparte facebook comparte X comparte WhatsApp comparte Telegram

Hans Peter Midttun, militar noruego, experto en cuestiones de seguridad y defensa, especialista de la guerra híbrida, afirmaba, en el preciso momento de la toma de poder de Trump, su convicción de que Rusia perdería en 2025. Piensa que, a pesar de las apariencias y contra la opinión de la mayoría, Ucrania está ganando, pero que la verdadera fuerza de Rusia, la que bien podría ser decisiva, es la guerra híbrida que lleva para desmoralizar a Occidente, de manera para llevarlo a aceptar las condiciones de Putin, es decir la realización de sus objetivos: anexión de territorios, neutralidad de Ucrania y compromiso de la OTAN a no aceptarla, a no protegerla. Dice que si Occidente, especialmente Europa, aguanta, Rusia agotará sus reservas antes de que termine el año. Su pronóstico bien podría fracasar no por culpa de Europa, sino del Occidente estadounidense, es decir de Donald Trump.

Pero, ¿cuáles son los argumentos del antiguo militar noruego, exagregado militar en Ucrania, que sigue la guerra desde 2014? Menciona la capacidad creciente de los drones ucranianos para golpear Rusia a larga distancia. Esa guerra habría derrotado a Rusia en los aires y en el mar, en el espacio y en el ciberespacio. Sabe que la situación de Ucrania es muy difícil, incluso preocupante en el frente terrestre, pero que de un punto de vista estratégico las cosas no son tan negras. En 2024 Rusia ha roído 4,000 km2 de Ucrania, sin terminar aún la conquista del Donbas, iniciada en 2014. A tal ritmo, Rusia necesitará mucho tiempo y el sacrificio de muchos soldados para tomar el resto de los distritos de Donetsk, Luhansk, Kherson y Zaporizhiya, 24,000 km2: en diciembre perdió 1,585 hombres cada día.

En los aires, la temible aviación rusa perdió su eficiencia, desde que Ucrania puede bombardear sus bases a más de 300 ks de la frontera; del lado ucraniano, la llegada de F-16 y Mirage-2000, de sistemas como Patriot, NASAM, IRIS-T, activa las operaciones contra las fuerzas aéreas. La inventiva producción de drones en Ucrania completa el panorama en los cielos. En 2025 Ucrania producirá 30 mil drones de largo alcance y 3 mil misiles, sin contar unos millones de drones sencillos. Así sus FFAA han destruido el año pasado 200 instalaciones militares en Rusia: bases aéreas, industria de defensa, sin contar refinerías y depósitos de petróleo y municiones.

La aplastante superioridad de la artillería rusa durante los dos primeros años ha sido reducida por los drones de 10 contra 1 a 3 contra uno. El parque ruso de armas pesadas se está vaciando lentamente si uno piensa que la mayoría de los tanques enviados para reponer los destruidos son antiguos T-72 y T-62. En el Mar Negro, Ucrania ha neutralizado el dominio ruso. La armada ha tenido que alejarse de Crimea, de su prestigiosa base de Sebastopol, todo un símbolo, y no puede imponer el embargo marítimo a Ucrania. H.P. Midttum concluye que “la cuestión no es de saber si Ucrania podrá aguantar, sino de durante cuánto tiempo Rusia podrá sostener la apuesta que está perdiendo”.

Es cuando, un mes después del análisis del militar noruego, interviene el elefante en cristalería llamado Donald Trump. Los ucranianos deben ahora enfrentar unas iniciativas políticas estadounidenses que, ciertamente, amenazan su existencia. Lo que dijo y sigue diciendo Trump, lo que dicen su enviado especial y el vicepresidente J.D. Vance, un católico ultraintegrista, llenan de alegría a Vladímir Putin y sus íntimos: el Vozhd, el Jefe, ganó su apuesta, la de la guerra híbrida en Occidente; lo que nuestros tanques no han logrado, machucar a Ucrania, lo logrará nuestro querido Donald Trump. Su alegría recuerda al historiador la famosa exclamación de Vladímir, sí, otro Vlad, Ilich Ulianov, “a” Lenin: “Los capitalistas son capaces de vendernos hasta la reata con la cual los ahorcaremos”. Es lo que está haciendo Trump. ¿Serán capaces los europeos de vencer al temible dueto Putin/Trump? ¿Su terrible miopía les dejará ver que, si cae Ucrania, la teoría de los dominós se aplicará a Europa?

comentar nota

Columna: Las utopías vienen en diferentes tamaños

Tiene razón, toda la razón, Enrique Semo: sin utopía no hay idea de porvenir y hoy por hoy la izquierda carece de una gran visión de futuro que la unifique a nivel global (La Jornada, 24/02/25). La derecha tampoco cuenta con una que le señale cuál es el camino que debería seguir -- leer más

Noticias del tema


    Más leído en la semana