Sheinbaum pide a la ONU asumir su papel en tensión Venezuela-EE.UU

Venezuela agradeció a Claudia Sheinbaum por instar a la ONU a actuar frente a la tensión con EE.UU. y defender el diálogo.

El canciller de Venezuela, Yván Gil, agradeció este miércoles a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, por instar a las Naciones Unidas (ONU) a "asumir su papel" frente a la escalada de tensiones entre Washington y Caracas, en medio del despliegue militar estadounidense en el Caribe. En un mensaje en Telegram, Gil expresó el "reconocimiento" del presidente Nicolás Maduro a las declaraciones de Sheinbaum en apoyo al "diálogo, la paz y el principio de no intervención", consagrado en la Carta de la ONU.

Un llamado a la ONU para evitar el derramamiento de sangre

Más temprano, en su conferencia mañanera, la presidenta Sheinbaum llamó a utilizar el "diálogo y la paz" en cualquier "controversia internacional" y pidió a la ONU asumir "su papel para evitar cualquier derramamiento de sangre". La mandataria afirmó que, a su juicio, ese rol no ha sido visible en el episodio reciente: "No se le ha visto". Sus declaraciones se producen tras el anuncio de Donald Trump de un "bloqueo total" a petroleros sancionados que entren o salgan de Venezuela.

Venezuela reafirma el Caribe como "zona de paz"

En su mensaje, el canciller Gil reiteró el "firme compromiso" de Venezuela de "proteger al Caribe como una zona de paz", así como de salvaguardar la soberanía nacional y el derecho a la autodeterminación. Además, abogó por el respeto a canales de comercio y navegación seguros para todas las naciones. Este posicionamiento busca contrarrestar la narrativa de intervención y justificar la defensa propia ante la presión militar y económica de EE.UU.

Contexto: la escalada de Trump por el petróleo venezolano

El agradecimiento de Caracas se da en un momento de máxima tensión. Trump no solo ordenó el bloqueo naval, sino que afirmó que Venezuela "les quitó los derechos petroleros" a empresas estadounidenses y exigió su devolución. Este discurso abiertamente expropiatorio, sumado al despliegue militar en el Caribe iniciado en agosto, ha elevado el riesgo de un conflicto armado. La postura de México, tradicional defensor de la no intervención, adquiere relevancia como una voz regional moderadora.

México como actor diplomático en una crisis regional

La intervención de Sheinbaum refuerza el rol diplomático de México como promotor de soluciones pacíficas en la región, alineado con su doctrina Estrada. Sin embargo, la efectividad de su llamado depende de la voluntad de las partes y de la capacidad real de la ONU para mediar en un conflicto donde EE.UU. ha actuado de manera unilateral. La crisis venezolana se convierte así en una prueba para la política exterior mexicana y para el multilateralismo en un contexto de poder asimétrico.

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