Sensibilización hacía los hermanos en California que lo han perdido todo
Ante la situación por la que atraviesa el estado de California en los Estados Unidos con el fuerte incendio que ha dejado devastación en distintas partes lo que ha generado que acudan expertos apoyar a los cuerpos de auxilio de ese sitio ya que se requiere de más manos para lograr sofocar todo el fuego que se genera sin que hasta el momento se tenga una razón del como inicio.
La conferencia del episcopado mexicano, ha emitido una declaración en la que expresa su solidaridad con ese territorio, de lo cual no se puede ser insensibles ante los daños que han surgido en donde muchas personas han perdido su patrimonio que han construido con años de trabajo y esfuerzo y todo en un instante se ha terminado lo que es muy triste y lamentable.
El Obispo de la Diócesis de Piedras Negras, Alfonso Miranda, indicó que tiene la certeza que los Angeles se levantará y volverá hacer la ciudad tan importante que es para el mundo donde radican miles de ciudadanos de distintas nacionalidades.
La Iglesia Católica subraya que, como cristianos, estamos llamados a ser instrumentos de amor y apoyo en momentos de adversidad. En este sentido, es fundamental comprender el impacto humano de estos incendios. Familias enteras han perdido sus hogares, comunidades han sido desplazadas y muchos han sufrido la pérdida irreparable de seres queridos. Las imágenes de destrucción, dolor y desesperación deben movernos a la compasión y a la acción concreta.
En México la iglesia ha pedido que las comunidades parroquiales, movimientos laicos y personas de buena voluntad se unan en oración por las víctimas de los incendios forestales en California. Pero, además de la oración, se subraya la necesidad de pasar a la acción. Las palabras de Jesús en el Evangelio, “Lo que hicieron con uno de estos mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicieron” (Mateo 25:40), inspiran a ofrecer ayuda concreta a los damnificados.
Se ha sugerido la organización de campañas de recolección de fondos, alimentos no perecederos, ropa y materiales de primera necesidad que puedan ser enviados a través de los canales adecuados. La Iglesia ha señalado que las embajadas de México en diferentes partes del mundo pueden actuar como enlaces para canalizar la ayuda humanitaria a las zonas afectadas, asegurando que esta llegue a quienes más lo necesitan.
Asimismo, la Iglesia ha solicitado que los gobiernos locales trabajen de manera conjunta con las organizaciones internacionales y religiosas para garantizar que la ayuda sea eficiente y efectiva. Este es un momento en el que la cooperación y la unidad pueden marcar una diferencia significativa en la vida de quienes enfrentan esta tragedia.
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