Producción y empleos en riesgo en Coahuila tras decisión de Trump

La imposición de un arancel del 25% a autos nuevos exportados a EU impacta la producción y empleos en Coahuila, con reajustes drásticos en la industria.
Un arancel del 25% aplicado por EU a autos nuevos mexicanos generará reducción de producción y despidos en Coahuila, dijo Mario Dante Galindo Montemayor, secretario de la CTM en Frontera, en las regiones Sureste y Centro de Coahuila.
Impacto inmediato: producción y empleos en riesgo
La industria automotriz de Coahuila enfrenta un escenario crítico tras la imposición de aranceles del 25% a vehículos terminados exportados a Estados Unidos. Mario Dante Galindo Montemayor, secretario general de la CTM en Frontera, advirtió que la medida provocará una reducción drástica de producción y reajustes masivos de personal, principalmente en la región Sureste, donde operan armadoras clave.
"La aplicación de este arancel es un golpe directo a empresas y trabajadores", declaró Galindo. Según datos de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), Coahuila aporta el 18% de las exportaciones automotrices nacionales, con $23 mil millones de dólares anuales.
Región Sureste vs. Centro: diferencias clave
Mientras en Saltillo se ensamblan vehículos completos —principalmente para marcas como General Motors y Chrysler—, en Monclova y Frontera predominan proveedores de autopartes. Galindo explicó que las plantas de estas ciudades fabrican componentes como arneses, asientos y bolsas de aire, los cuales podrían evitar el arancel al exportarse por separado.
Sin embargo, si las armadoras del Sureste reducen producción, la demanda de piezas caerá. "Si bajan los volúmenes, habrá despidos incluso en plantas de autopartes", enfatizó. En la región Centro, donde no hay armadoras, se prevé un efecto dominó: hasta 15,000 empleos indirectos están en riesgo, según proyecciones del IMSS.
Estrategias para mitigar el daño: ¿exportar piezas?
Una posible salida, según Galindo, es exportar autos desarmados para su ensamble en EU, estrategia utilizada en los 90 bajo el modelo knock-down. Esta opción permitiría mantener empleos en plantas de autopartes, aunque requeriría ajustes logísticos y legales.
El T-MEC podría ser clave aquí: el Capítulo 6 establece que el 75% de las piezas de un auto deben fabricarse en Norteamérica para evitar aranceles. "México debe defender este tratado para garantizar flujos comerciales", señaló Galindo. No obstante, negociar excepciones llevaría todo 2024, según analistas de Brookings Institution.
Gobierno federal: entre la urgencia y el T-MEC
Aunque el gobierno de Claudia Sheinbaum intentó evitar los aranceles, su margen de acción fue limitado. La apuesta ahora es activar mecanismos de defensa comercial mediante el T-MEC, aunque Galindo criticó la falta de prevención: "Debió negociarse antes de la decisión de Trump".
Mientras, empresas como Nemak y Bendix ya evalúan ajustar líneas de producción. "No migrarán a EU, pero podrían reubicarse en Texas para reducir costos", anticipó el líder sindical.
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