Parroquia Santiago Apóstol celebra misa por difuntos

Asiste a la misa especial por los fieles difuntos el 2 de noviembre en la Parroquia Santiago Apóstol, liderada por Mons. Néstor Martínez.

Monseñor Néstor Martínez invita a la comunidad a misa este 2 de noviembre por los fieles difuntos.

La Parroquia Santiago Apóstol realizará este domingo 2 de noviembre una misa especial en honor a los fieles difuntos. El párroco, Néstor Martínez, explicó que la celebración busca encomendar a todos aquellos que descansan en las criptas de la iglesia, así como a los que están en panteones de la ciudad o de otros lugares.

“Quien tiene algún familiar cuyas cenizas se encuentran en nuestra parroquia puede participar, y para quienes no, esta es la oportunidad para elevar nuestra oración por todos los difuntos”, señaló monseñor Martínez.

La importancia de la oración y la misa

El sacerdote destacó que la misa es el momento por excelencia para ofrecer oraciones al Padre por los difuntos, y es la forma más efectiva de ayudar a las almas en su proceso de purificación. Señaló que, además, cuando un familiar fallece, la parroquia ofrece la posibilidad de celebrar un triduo o novenario de misas, permitiendo que los fieles recuerden y honren a sus seres queridos.“Ofrecer la santa misa por un difunto es lo mejor que podemos hacer”, enfatizó.

Tres niveles de la Iglesia

Durante la misa, monseñor Martínez recordó los tres estratos de la Iglesia: la Iglesia peregrina, conformada por los vivos; la Iglesia purgante, donde se encuentran las almas en proceso de purificación; y la Iglesia triunfante, que goza de la presencia de Dios. La oración por los difuntos ayuda a las almas en el purgatorio a purificarse de los pecados y acercarse a la perfección, aseguró el párroco. “Nuestra oración contribuye a que sus almas queden limpias y puedan gozar plenamente de Dios”, agregó.

La purificación y el encuentro con Dios

Monseñor Martínez explicó que incluso después de la absolución del pecado, el alma necesita purificación completa. Este proceso permite que, al llegar el momento de estar frente a Dios, la persona esté totalmente limpia de rencores, odios o resentimientos que pudo haber acumulado en vida.“La oración y la misa no solo recuerdan a nuestros difuntos, sino que también facilitan su paso a la presencia de Dios sin mancha alguna”, dijo el párroco, destacando la importancia de participar en esta celebración y mantener viva la fe en la comunidad.

Noticias del tema