Un avance sin precedentes en la biotecnología ha sido logrado por científicos de la Academia China de Ciencias (CAS), quienes han desarrollado un ratón con dos padres machos mediante edición genética de células madre embrionarias. Este estudio, publicado el 28 de enero de 2025 en la revista Cell Stem Cell, marca un paso significativo en la comprensión de la reproducción unisexual en mamíferos, abriendo nuevas posibilidades para la medicina regenerativa, pero también planteando dilemas éticos y biológicos.
Durante décadas, los científicos intentaron generar embriones viables con células de un mismo sexo en mamíferos, pero la regulación de los genes de impronta, los cuales determinan qué genes se activan o desactivan según el origen parental del ADN, había sido un obstáculo. Estos genes son cruciales para el equilibrio entre los cromosomas masculinos y femeninos en la reproducción convencional. Sin embargo, cuando ambos cromosomas provienen del mismo sexo, este equilibrio se rompe, impidiendo el desarrollo embrionario.
Los investigadores, liderados por Wei Li, lograron modificar 20 genes de impronta clave usando técnicas avanzadas de edición genética, lo que permitió el desarrollo de algunos embriones bipaternales hasta la etapa adulta. A pesar de que solo el 11,8% de los embriones lograron desarrollarse hasta el nacimiento, y con una fracción aún menor sobreviviendo a la edad adulta, el estudio representa un avance importante. Sin embargo, los ratones bipaternales presentaron anomalías significativas, como crecimiento alterado y defectos en el desarrollo, con una esperanza de vida reducida y esterilidad, lo que limita la viabilidad de este modelo como herramienta para la reproducción unisexual.
A pesar de estos desafíos, el experimento podría tener un impacto transformador en la medicina regenerativa. La modificación de los genes de impronta también mejoró la estabilidad de las células madre pluripotentes, esenciales para el desarrollo de terapias basadas en células madre. Los investigadores esperan que estas técnicas puedan ser aplicadas en el futuro a otros mamíferos, incluidos los primates, aunque advierten que esto requerirá más esfuerzos y enfrentará nuevos desafíos biológicos.