¿Quién habría imaginado que aquel joven con un físico impresionante que llegó a Orlando en el Draft de 2018 terminaría luchando por un lugar en la liga siete años después?
A veces, esa es la realidad para jugadores con características físicas tan destacadas como las de Mo Bamba. El interior de Nueva York fue cortado por los Utah Jazz después de un intercambio poco relevante con los Clippers. Tras un mes sin equipo, Bamba se unirá a los New Orleans Pelicans.
Lo hará con un contrato de 10 días, en una situación en la que los Pelicans se quedaron sin opciones en el puesto de pívot tras el verano pasado. Yves Missi, el novato, ha asumido la mayor parte de esas responsabilidades. Bamba llega para agregar algo de profundidad, aunque sea mínima, en la posición de pívot. A pesar de estar en la penúltima posición del Oeste, los Pelicans están en un punto en el que pueden probar nuevas opciones.
Desde su salida de Orlando, Bamba no ha podido encontrar continuidad en su juego. Ni en los Lakers, ni en los Sixers, ni por supuesto en los Clippers. En sus últimas tres etapas, sus promedios no superan los 12 minutos por partido, con apenas 4 puntos y 4 rebotes. A los 26 años, su carrera en la NBA parece estar en una cuerda floja. Esta oportunidad con los Pelicans parece ser su última chance.