¿Menos horas, más productividad? El desafío de la jornada laboral en México
Ante la posible reducción de la jornada laboral a 40 horas en México, expertos proponen optimizar procesos, implementar tecnología y mejorar la gestión del talento para mantener la productividad.
La propuesta de reducir la jornada laboral en México de 48 a 40 horas semanales ha generado debate sobre su impacto en las empresas. Expertos como Luis Peña, de EY México, y Melhina Magaña, de Daucon, sugieren que la clave no está en contratar más personal, sino en optimizar procesos, implementar tecnología y mejorar la gestión del talento para mantener la productividad.
El gobierno de Claudia Sheinbaum ha planteado una reforma constitucional para reducir la jornada laboral a 40 horas semanales, con dos días de descanso por cada cinco de trabajo. Aunque el sector empresarial ha mostrado apertura, también ha advertido sobre posibles aumentos en costos laborales y horas extras.
Alternativas para las empresas
Según Luis Peña, socio de EY México, la respuesta no es contratar más personal, sino optimizar procesos y adoptar tecnología. "Tenemos que entender qué procesos agregan valor, cuáles se pueden mejorar y cuáles eliminar", afirmó. Además, destacó la importancia de la gestión del talento para evitar la ociosidad y mejorar la eficiencia.
Pruebas piloto en Portugal, Brasil y Alemania, lideradas por 4 Day Week Global, han demostrado que la reducción de la jornada laboral requiere ajustes como:
- Reducción de reuniones innecesarias.
- Adopción de nuevas tecnologías.
- Automatización de procesos repetitivos.
- Creación de bloques de trabajo y guías de comunicación interna.
Melhina Magaña, de Daucon, señaló que la falta de concentración y las reuniones ineficientes son enemigos de la productividad. "La reducción de jornada no implica contratar más personas, sino trabajar mejor", afirmó. Además, destacó que este cambio representa una oportunidad para mejorar el balance vida-trabajo y reducir el estrés laboral.
Las iniciativas presentadas en la Cámara de Diputados proponen periodos de implementación de uno a dos años, con plazos diferenciados por tamaño de empresa. El sector empresarial ha solicitado flexibilidad, incentivos fiscales y tiempo para adaptarse a la nueva normativa.
La reducción de la jornada laboral no solo es un desafío, sino también una oportunidad para mejorar la productividad y el bienestar de los trabajadores. Sin embargo, su éxito dependerá de la capacidad de las empresas para optimizar procesos, adoptar tecnología y gestionar el talento de manera más eficiente.
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