Se trata de Pablo Soto Nieto y Margarito Cruz Ríos, ambos originarios del municipio de Múzquiz, Coahuila. La noticia fue dada a conocer por Julio Antonio Sánchez Morales, delegado en Coahuila de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), quien hizo el anuncio al término de una reunión catorcenal con los familiares de los mineros, el Mando Unificado y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), encargada de las labores de rescate.
Trayectoria Laboral de los Mineros
Pablo Soto Nieto, quien tenía un año de antigüedad en la mina al momento del siniestro, se desempeñaba como Operador de Servicios Generales. Por su parte, Margarito Cruz Ríos también laboraba en el mismo puesto, pero con una antigüedad de dos años y tres meses. Ambos trabajadores formaban parte de la empresa contratista General de Hulla, que mantenía contratos anuales con Grupo México, propietario de la mina. La última firma registrada de dicho contrato se realizó el 1 de julio de 2005, como parte de una ampliación del acuerdo original firmado en 2004.
Avances en la Recuperación
Hasta el momento, se han recuperado 12 cuerpos de los 65 mineros atrapados, de los cuales 7 han sido plenamente identificados. Además, se reporta la visualización de un décimo tercer cuerpo, aunque las condiciones dentro de la mina continúan siendo complicadas, lo que ha dificultado la extracción de los restos.
El delegado de la STPS, Julio Antonio Sánchez Morales, aseguró que las labores de rescate continúan con la misma intensidad, siguiendo los protocolos de seguridad y con el firme propósito de lograr la recuperación de todos los trabajadores atrapados. Las autoridades han reiterado que, a pesar de las dificultades, las operaciones no cesarán hasta que se logre la extracción de los cuerpos restantes.
Reacciones de los Familiares y Compromisos de las Autoridades
Las familias de los mineros fallecidos han recibido con sentimientos encontrados las noticias sobre las nuevas identificaciones. Por un lado, sienten alivio al saber que podrán recuperar los restos de sus seres queridos, pero por otro, insisten en la necesidad de mayor celeridad en los trabajos de rescate.
Los familiares también han solicitado que las autoridades mantengan una comunicación más fluida y transparente y que se proporcionen mejores condiciones laborales para quienes participan en las tareas de recuperación dentro de la mina. En respuesta, las autoridades han prometido mantener un diálogo constante con los familiares y garantizar que la entrega de los restos de Pablo Soto Nieto y Margarito Cruz Ríos se realice de manera protocolaria y digna en las próximas semanas.
Exigencias de Justicia
A casi dos décadas de la tragedia, las familias siguen luchando por justicia. Exigen un proceso que garantice la total recuperación de los cuerpos y una explicación clara de las causas del accidente. La tragedia de la mina Pasta de Conchos, que marcó profundamente a las familias de los mineros y a la comunidad de Múzquiz, sigue siendo un recordatorio de la importancia de la seguridad en las minas y la necesidad de garantizar condiciones laborales dignas y seguras para los trabajadores.
Aunque los avances en el rescate ofrecen algo de esperanza, la incertidumbre y el dolor persisten entre los deudos, quienes insisten en que este tipo de tragedias no deben repetirse en ninguna mina del país. La memoria de los 65 mineros atrapados en Pasta de Conchos sigue viva en la lucha por justicia, y las familias continúan exigiendo que no se olvide a quienes perdieron la vida en una tragedia que aún marca la historia del país.