Madres digitales: criando desde la urgencia y la falta de apoyo

En Coahuila, el 47.3% de las mujeres participan en el mercado laboral, pero solo el 27% tiene acceso a guarderías.

Ante la falta de apoyos, muchas madres recurren a dispositivos electrónicos para cuidar a sus hijos. 

En el Día de las Madres, México celebra la labor de millones de mujeres que sostienen a sus familias y comunidades. Sin embargo, esta fecha también pone en evidencia una realidad a menudo ignorada: las condiciones actuales de vida han transformado de manera profunda cómo se cría a los hijos. 

Cada vez más, las madres, especialmente en ciudades como Piedras Negras y Monclova en Coahuila, se ven absorbidas por las demandas del trabajo, la tecnología y la falta de apoyos institucionales, lo que ha derivado en la "maternidad digital", donde los dispositivos móviles reemplazan el acompañamiento directo a los hijos.

Crianza. Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 2024, más del 45% de las madres mexicanas estaban activamente en la fuerza laboral. En Coahuila, la participación femenina alcanzó su punto más alto en la última década, representando el 47.3% del total de trabajadores registrados. Sin embargo, este avance no ha sido acompañado de políticas públicas que faciliten la crianza. En la entidad, solo el 27% de las mujeres trabajadoras tienen acceso a servicios de guardería, lo que obliga a muchas a tomar decisiones difíciles para equilibrar sus responsabilidades laborales y familiares.

Informalidad. En Piedras Negras y Monclova, la situación es aún más compleja. Según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), el 22.7% de la población en Piedras Negras carece de acceso a servicios de salud y el 31% no tiene seguridad social. En Monclova, la reconfiguración industrial ha generado una creciente informalidad laboral, especialmente entre las mujeres, lo que agrava la falta de servicios y apoyos. 
Esto ha provocado que los dispositivos electrónicos, como celulares, tablets y televisores inteligentes, se conviertan en herramientas cotidianas en la crianza. Según la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH), los niños mexicanos pasan más de cinco horas diarias frente a una pantalla, incluyendo menores de hasta dos años. En muchos hogares, las madres recurren a estos dispositivos para mantener ocupados a sus hijos mientras realizan tareas domésticas o trabajan de manera remota.

Advertencia. Los especialistas en desarrollo infantil advierten que esta exposición prolongada a las pantallas afecta las habilidades cognitivas, emocionales y sociales de los niños. El uso excesivo de dispositivos está relacionado con dificultades en el lenguaje, problemas de atención y menor tolerancia a la frustración. Además, la disminución del tiempo de juego, conversación y contacto físico entre madre e hijo impacta negativamente en la calidad del vínculo afectivo durante la infancia temprana, una etapa crucial para el desarrollo. Sin embargo, no se trata de responsabilizar a las madres, sino de reconocer que este fenómeno refleja la falta de un sistema de cuidados adecuado y una infraestructura social que respalde a las familias. 
La precariedad económica, la falta de tiempo y la escasez de servicios públicos limitan las posibilidades de establecer vínculos afectivos saludables con los hijos. En el norte de Coahuila, donde muchas mujeres trabajan en maquiladoras, comercios o servicios sin prestaciones laborales, las opciones de crianza se reducen aún más. Muchas madres no cuentan con redes familiares de apoyo y enfrentan presiones constantes para mantener el hogar. En estos casos, la tecnología no solo actúa como distracción para los hijos, sino como un mecanismo de supervivencia emocional para las madres, quienes recurren a ella para cumplir con sus muchos roles.

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