Los retos del nuevo secretario de Hacienda

El nuevo responsable de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, Edgar Amador Zamora, es “un economista honesto, convencido de la Cuarta Transformación”. Así lo calificó la presidenta Claudia Sheinbaum al anunciar su designación, aunque cuando era jefa de Gobierno de la Ciudad de México lo señaló y persiguió públicamente por presuntas irregularidades en la administración de Miguel Ángel Mancera, donde fungió como secretario de Finanzas.

Las cosas cambiaron mucho en la relación de ambos durante los últimos cuatro años. El economista por la UNAM y maestro en la misma rama por El Colegio de México pasó de ser, en 2021, un posible trofeo de la lucha contra la corrupción del gobierno de Morena –muy útil en ese año para enfrentar una complicada elección intermedia local–, a colocarse ahora como la figura que toma las riendas de las finanzas públicas en uno de los momentos más complicados para el país a nivel internacional.

Amador Zamora no era necesariamente la carta fuerte de Rogelio Ramírez de la O para relevarlo en el cargo, a pesar de que él se definió como uno de sus discípulos; en realidad no había candidatos del recién destituido secretario para ocupar su silla en Palacio Nacional. La experiencia le dejó claro que Sheinbaum solía no comulgar con sus recomendados y prefirió enviar a su equipo cercano a posiciones fuera del país: a su coordinador de asesores, Leonel Ramírez Farías, lo mandó al Banco Centroamericano de Integración Económica, y al titular de la Unidad de Banca de Desarrollo en Hacienda, José Limas Maldonado, lo envió al Banco Interamericano de Desarrollo.

No obstante, la designación de este economista como titular de Hacienda fue mejor vista por Ramírez de la O que la posible llegada de la actual secretaria de Energía del gobierno federal, Luz Elena González; esto porque en los últimos meses la relación de ambos se fue desgastando por las fallidas estrategias emanadas del equipo de extitular de Hacienda para mejor la situación financiera de Pemex, sobre todo por los impagos a proveedores.

El secretario transexenal fue poco a poco desapareciendo de las reuniones trascendentales del gabinete sobre economía y finanzas, en las cuales los infaltables eran precisamente la titular de Energía y el subsecretario de Hacienda. Ambos se colocaron como aspirantes a ocupar la Secretaría de Hacienda en el momento que se concretara la renuncia de Ramírez de la O.

Los cercanos a la Presidencia y en Palacio Nacional auguraban ventaja a Luz Elena González para ese puesto, por su estrecha relación con Sheinbaum.

Pero ya sea porque no es el momento más adecuado para impulsar a su carta de más confianza o por alguna otra razón, la presidenta decidió que Edgar Amador sea su nuevo secretario, justo en el momento en el que se tienen que hacer malabares para asegurar y hacer rendir un presupuesto de poco más de 9 billones de pesos, así como reducir el déficit fiscal y, sobre todo, evitar una recesión económica.

Está por verse el tipo de relación que Edgar Amador tendrá con la poderosa subsecretaría de Egresos del gobierno federal, Bertha Gómez Castro, quien eclipsó a Ramírez de la O por la cercanía con la presidenta Claudia Sheinbaum.

Asimismo, se verá si la relación con el jefe del SAT, Antonio Martínez Dagnino, es mucho mejor que la de su antecesor. Por lo pronto está vacante la titularidad de la recién reinstalada Subsecretaría de Ingresos.

De igual manera, el nuevo secretario de Hacienda tendrá la posibilidad de incidir en quien sustituirá a Jesús de la Fuente en la presidencia de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, al igual que otros reguladores del sector financiero.

La designación de Edgar Amador como nuevo secretario de Hacienda es apenas uno de los cambios que se alistan en el gabinete de Sheinbaum.

Posdata 
La presidenta Claudia Sheinbaum salió este domingo a la plancha del Zócalo capitalino a defender la soberanía y a México de los aranceles que busca imponer el gobierno de Estados Unidos, a pesar de que lo único que se ha ganado por el momento es tiempo.

Más allá del exabrupto generado por los coordinadores en el Senado y la Cámara de Diputados, Adán Augusto López, Ricardo Monreal y Manuel Velasco, quienes se fotografiaban con el secretario de Organización de Morena, Andy López Beltrán, cuando la presidenta Sheinbaum saludaba a la primera fila antes de subir al estrado, fue otra demostración de convocatoria y respuesta no solo de las bases morenistas, sino de la oposición, cuyos alcaldes y gobernadores respondieron al llamado de la jefa del Ejecutivo.

Gobernadores panistas como el de Querétaro, Mauricio Kuri; Aguascalientes, Tere Jiménez; Chihuahua, Maru Campos, y alcaldes como el priista Adrián de la Garza, en su calidad de presidente de la Conferencia Nacional de Municipios de México, (CONAMM), expresaron su apoyo a la presidenta Claudia Sheinbaum.

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