En un partido clave por la permanencia, el Espanyol logró una victoria sufrida en Mendizorroza ante el Alavés, que dejó más que tres puntos sobre la mesa entre dos rivales directos por evitar el descenso, separados por apenas dos puntos.
Los máximos goleadores españoles de LaLiga, Kike García y Puado, fueron protagonistas en el inicio, pero el primer tiempo estuvo marcado por la falta de tiros a puerta y mucho temor a encajar, con un juego directo y peleado, especialmente en el centro del campo, donde no hubo grandes ocasiones hasta los 26 minutos.
El Alavés, liderado por Carlos Vicente y los esfuerzos ofensivos de Roberto y Romero en el Espanyol, fue quien dominó en ataque, pero los centros laterales no encontraron remate claro hasta que, en un error de comunicación entre El Hilali y Kumbulla, Kike García tuvo la primera gran ocasión, aunque Joan García evitó el gol con una gran parada. A pesar del acoso local, el Espanyol no logró generar peligro hasta los últimos minutos de la primera mitad, cuando Kike García y Toni Martínez estuvieron cerca de marcar, pero los disparos se fueron desviados o fueron detenidos por Joan García.
La segunda mitad comenzó con un Alavés más agresivo y sin Carlos Vicente, quien fue reemplazado por Pau Cabanes. El equipo local siguió atacando sin éxito hasta que Coudet introdujo a Villalibre, quien tuvo una clara oportunidad en el minuto 63, pero Joan García volvió a salvar al Espanyol con una gran intervención. El Alavés continuó presionando, pero el Espanyol se refugió en su defensa y comenzó a jugar a la contra.
En el minuto 81, el Espanyol dio un aviso con un remate de Roca, detenido por Sivera, lo que presagiaba que los pericos se reservaban fuerzas para el final. Y en el minuto 86, Roberto, incansable, realizó una jugada individual y centró para que Calero, con un remate certero, anotara el gol que valió tres puntos y dejó al Espanyol con una ventaja crucial en la lucha por la permanencia.
El gol de Calero, su primer tanto en siete años, fue un mazazo para el Alavés, que no pudo generar más peligro y dejó el partido con una derrota injusta para ellos. Por su parte, el Espanyol celebró su primera victoria fuera de casa en la Liga, un triunfo que les da una ventaja de cinco puntos sobre el Alavés, un rival directo en la lucha por la salvación.