La luna llena de junio viene con un espectáculo astronómico que no se veía desde hace años

Una luna llena especial iluminará el cielo el 11 de junio de 2025, acompañada de un fenómeno astronómico poco común
El próximo 11 de junio de 2025, la luna llena alcanzará su punto de mayor brillo, iluminando intensamente el cielo nocturno como si fuera de día. Aunque esta fase ocurre aproximadamente cada 29 días, en esta ocasión vendrá acompañada de un raro evento astronómico conocido como "major lunar standstill", un suceso que no se había registrado desde hace casi 19 años.
Este fenómeno, que capta la atención tanto de aficionados como de científicos, se produce cuando la Luna alcanza una posición extrema —ya sea muy alta o muy baja— en el cielo nocturno y permanece allí por un tiempo prolongado. Lo que lo hace aún más especial este año es que la llamada "luna de fresa", como se conoce a la luna llena de junio, estará particularmente cercana al hemisferio norte, algo que no ocurría desde 2006.
La elevación inusualmente baja de la Luna en el cielo se debe a su coincidencia con el solsticio de junio, que marca el inicio del verano en el hemisferio norte y del invierno en el sur. Durante este período, el día es el más largo del año y la noche la más corta. Como la Luna estará llena, se ubicará justo frente al Sol, con la Tierra en medio, lo que permitirá que la luz solar la ilumine por completo y se observe en todo su esplendor.
¿Cómo y cuándo observar la luna de fresa?
La NASA ha informado que este evento podrá apreciarse en la madrugada del 11 de junio. Será más visible cerca del horizonte norte, aunque quienes se encuentren en el hemisferio sur notarán que se eleva más alto de lo habitual. Dado que el cielo se verá más luminoso de lo común, se recomienda el uso de binoculares o telescopios para captar los detalles del satélite con mayor precisión.
También se sugiere que quienes deseen notar los efectos del "lunar standstill" sigan el comportamiento de la Luna en días anteriores, ya que su desplazamiento será muy sutil y difícil de percibir sin un punto de comparación.
Por último, es probable que el color del cielo varíe durante este evento: cuanto más baja se vea la Luna, mayor será la posibilidad de observar tonos rojizos a su alrededor, producto de la refracción de la luz solar y la composición de la atmósfera terrestre.
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