Espero no se me considere un mal invitado: Vargas Llosa

Mario Vargas Llosa, escritor peruano galardonado con el Premio Nobel de Literatura, murió este domingo a los 89 años de edad. El autor de novelas como "Travesuras de la niña mala" y "Conversación en la Catedral" sostuvo en 1990 un debate con el ensayista y poeta mexicano Octavio Paz titulado "La experiencia de la libertad".
En el encuentro, organizado por la revista "Vuelta", el novelista peruano dijo antes de lanzar la frase que trascendió hondamente en nuestro país, que esperaba "que no se le considere un mal invitado" y enfatizó que México no era un país exento de la "tradición dictatorial", ya que el resto de dictadores buscaban, a toda costa, emular un sistema partidario como el PRI de aquella época.
"Un sistema semejante que garantiza ese tipo de permanencia, que ante el resto del mundo se camuflara", dijo. Vargas Llosa. Y calificó a México de ser una dictadura perfecta.
"A lo largo de la historia, reclutó muy eficientemente a los intelectuales, a la inteligencia. No hay en América Latina ningún caso de sistema de dictadura que haya reclutado al medio intelectual, sobornándolo de una manera muy sutil: a través de trabajos, a través de nombramientos, a través de cargos públicos", enunció Vargas Llosa, ante la conducción de Enrique Krauze y la actitud incómoda de Paz. Intervención valiente, dijo Krauze.
No obstante, dijo que aquel modelo dictatorial "perfecto" no les exigía a los intelectuales sumisión, sino que, por el contrario, les pedía actitud crítica porque era "la mejor manera de garantizar la permanencia en el poder de ese partido único".
"Esa dictadura, es una dictadura, puede tener otro nombre, una dictadura muy suigéneris, pero es una dictadura", garantizó Mario Vargas Llosa.