Gran controversia en el partido entre Valencia CF y Atlético de Madrid debido a la actuación del árbitro Busquets Ferrer. El equipo che reclamó dos posibles penaltis en la segunda mitad, ambos por presuntas manos de Nahuel Molina y Javi Galán, que ni el colegiado señaló ni fueron revisadas por el VAR.
Dos jugadas polémicas en la segunda parte
La primera acción ocurrió en el minuto 52, cuando Javi Guerra disparó y el balón impactó en el codo de Nahuel Molina, quien tenía el brazo en una posición antinatural. A pesar de lo dudoso de la jugada, el árbitro decidió no sancionarla.
Sin embargo, la controversia mayor llegó en el minuto 55 tras un cabezazo de Umar Sadiq. El delantero nigeriano conectó un centro de Gayà y la pelota impactó claramente en el antebrazo de Javi Galán, quien tenía el brazo separado del cuerpo. A pesar de esto, Busquets Ferrer no señaló la infracción y el VAR, a cargo de Javier Iglesias Villanueva, tampoco consideró necesario llamar al colegiado a revisar la jugada en el monitor.
Indignación en Mestalla
Las decisiones arbitrales desataron la indignación entre los jugadores del Valencia y la afición en Mestalla, que no comprendía cómo no se señalaron las penas máximas. En ese momento, el conjunto dirigido por Corberán perdía 0-2 y un gol podría haberle permitido meterse nuevamente en el partido.