En la antesala del regreso de Trump, se refuerza la frontera
La tensión en la frontera se ha incrementado en los últimos días debido a la proximidad de la investidura de Donald Trump, quien asumirá nuevamente la presidencia de Estados Unidos el lunes 20 de enero de 2025.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos desplegó un significativo operativo de seguridad en la frontera con México, específicamente en el puente Paso del Norte/Santa Fe, que conecta Ciudad Juárez, Chihuahua, con El Paso, Texas. El operativo incluyó la instalación de alambres de púas y bloques de concreto, lo que interrumpió el tráfico vehicular en la zona por aproximadamente 40 minutos. Este tipo de ejercicios de seguridad, que comenzaron en 2019, buscan preparar a los agentes ante posibles incidentes que requieran una acción inmediata.
La tensión en la frontera se ha incrementado en los últimos días debido a la proximidad de la investidura de Donald Trump, quien asumirá nuevamente la presidencia de Estados Unidos el lunes 20 de enero de 2025.
El exmandatario ha prometido endurecer las políticas migratorias y llevar a cabo la mayor deportación masiva de migrantes indocumentados en la historia del país. Estas amenazas han generado una creciente preocupación en las ciudades fronterizas, especialmente en Ciudad Juárez, un importante punto de entrada para miles de migrantes que huyen de la pobreza, la violencia y la inestabilidad política en sus países de origen.
Trabajos. El cruce internacional de Paso del Norte, uno de los más transitados de la región, es un sitio clave donde los migrantes pueden solicitar asilo y esperar una cita a través de la aplicación móvil CBP One, una herramienta lanzada por la administración del presidente saliente, Joe Biden. Esta aplicación permite a los solicitantes de asilo ingresar legalmente a Estados Unidos y obtener permisos de residencia y trabajo mientras esperan una respuesta a su solicitud. Sin embargo, Trump ha prometido eliminar este mecanismo, lo que ha provocado incertidumbre sobre el futuro de los migrantes y la posibilidad de una mayor militarización en la frontera.
Ejercicio. Según la Oficina del CBP en El Paso, los ejercicios de seguridad realizados en la zona buscan asegurar que los agentes estén bien entrenados y preparados para cualquier eventualidad. No obstante, los comerciantes locales y usuarios del cruce fronterizo han señalado que estos ejercicios se han intensificado a medida que se acerca el retorno de Trump al poder. En algunos casos, los cierres temporales de los puentes fronterizos se han repetido, lo que genera molestias y retrasos en el tráfico. Ante la posibilidad de una deportación masiva, las autoridades mexicanas han comenzado a tomar medidas preventivas.
Deportaciones. En Tijuana, la alcaldía declaró una "emergencia" para liberar fondos y atender la eventual llegada de deportados. Sin embargo, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha aclarado que solo aceptará a los deportados de nacionalidad mexicana, ya que el grueso de los migrantes que cruzan la frontera son venezolanos y centroamericanos. Durante la administración de Trump entre 2017 y 2021, México aceptó recibir a migrantes de otras nacionalidades a cambio de que Estados Unidos no impusiera aranceles a las exportaciones mexicanas. Analistas consideran que Sheinbaum podría negociar un acuerdo similar con el nuevo gobierno de Trump para evitar los temores de una guerra comercial entre ambos países. El aumento de la vigilancia y el refuerzo de las medidas de seguridad en la frontera entre México y Estados Unidos coinciden con un panorama de creciente tensión migratoria. La instalación de barreras físicas como alambres de púas y bloques de concreto ya se instalaron.
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