El país y la economía no van bien
Manuel J. Clouthier
¡La economía mexicana no va bien! Así lo reportan los datos del Inegi al cierre de 2024 cuando el PIB creció solamente el 1.2% con un crecimiento negativo el último trimestre de ese año.
Por otro lado, Banxico estima que este 2025 la economía solo crecerá 0.6%, “esta debilidad económica está vinculada a una contracción del consumo y de la inversión privada” por la incertidumbre generada por factores internos y externos, señaló el Banco Central.
En conclusión, México tiene mucho que hacer para reactivar su economía por lo que no puede el gobierno de Sheinbaum excusarse en las amenazas y represiones de Trump, hay mucho trabajo interno.
El segundo piso de la 4T tiene mucho que hacer para construir un verdadero estado de derecho, combatir al crimen organizado y la inseguridad que domina bastas regiones del país.
La nación arrastra grandes rezagos de inversión en infraestructura necesaria para facilitar y atraer la inversión productiva, por ejemplo, carreteras, energía, agua. El gobierno no debe tirar recursos públicos escasos en caprichos personales que no están alineados a las necesidades del país.
También tenemos que la burocracia y la corrupción son trabas a la inversión privada en los diferentes niveles de gobierno, sean estos federal, estatales o municipales.
Pemex está totalmente quebrado y sin una estrategia viable para su recuperación. No existe un proyecto de capitalización ni para eficientar la operación de la paraestatal; tampoco se tiene un compromiso que combata la corrupción en la petrolera. Pemex afecta negativamente las finanzas nacionales cuando antes aportaba a las mismas.
La seguridad social y la educación se encuentran en el abandono total siendo que estos renglones son fundamentales en la formación de capital humano indispensable para el desarrollo nacional.
Así pues vemos que el discurso oficial no mantiene congruencia con la realidad ni en los hechos. La presidenta Sheinbaum nos dice que en lo que concierne al tema del desarrollo e inversión productiva “ México tiene un plan”. El plan nos plantea como objetivo pasar a ser la décima economía del mundo, elevar la inversión al 25% del PIB y generar 1.5 millones de empleos nuevos (supongo que habla de empleos formales anuales). Estos objetivos son deseables, aunque son retadores y de mediano plazo.
Para lograr lo anterior no basta el discurso sino que demanda que la economía mexicana crezca al menos al 3% anual promedio en los próximos 10 años. Para tener este crecimiento sostenido se debe mejorar la atractividad con inversión en infraestructura que haga de México un país con mejor calidad de vida y, a su vez, un lugar invertible.
Para incrementar la inversión se necesita que nuestro país sea confiable y amigable a la inversión productiva, nacional o extranjera. Para ser un país confiable debemos fortalecer instituciones democráticas y judiciales que refuercen el estado de derecho, la seguridad pública y combatan la arbitrariedad y la corrupción.
También debemos consolidar la gobernabilidad y la soberanía combatiendo al crimen organizado. Además, es necesario atender necesidades sociales básicas que permitan cerrar la brecha de la desigualdad y fortalecer las clases medias.
El empleo formal debe ser una prioridad nacional ya que actualmente el 54.5% del empleo es informal. Será la inversión productiva la generadora de los empleos formales que los jóvenes demandan.
Lo triste es que la 4T está haciendo todo lo contrario de lo que necesita México, por lo que urge corregir el rumbo.
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