Es el sábado 18 de mayo de 2024. Con solo 2.1 segundos restantes en el reloj, Shai Gilgeous-Alexander comete lo que no debía: una falta. Aunque viste el uniforme blanco de Oklahoma City Thunder, su panorama se oscurece al instante.
Sabe que si P.J. Washington acierta al menos dos de los tres tiros libres, Dallas Mavericks ganará el sexto partido de las semifinales del Oeste y la temporada del equipo, que había sido el número 1 de su Conferencia, llegará a su fin. Un desenlace inesperado a manos de Luka Dončić y compañía. Una campaña que superó las expectativas y despertó ilusiones prematuras se desmoronaba.
El equipo dirigido por Mark Daigneault no necesitaba grandes cambios. Solo debía aprender de la experiencia y volver a intentarlo.
Casi un año después, Oklahoma City Thunder consigue el mejor récord no solo del Oeste, sino de toda la NBA, con 68 victorias y solo 14 derrotas; vuelve a mirar al cielo claro, como el color de una de sus camisetas, y busca el brillo de la otra, la naranja, con la esperanza de alcanzar la gloria esta vez.
Una certeza: Oklahoma City fue el mejor equipo de la temporada regular de principio a fin. Y una duda: ¿podrá ratificar su dominio en los playoffs?
Una defensa implacable, el ataque más potente de la liga y Shai, uno de los dos principales candidatos al MVP, son argumentos sólidos para pensar que el Thunder debería llegar, al menos, a las Finales de la NBA.
¿Pero cuánto pesará la fallida experiencia de la temporada pasada? ¿Servirá como aprendizaje o será una carga que los frene?
Las respuestas dependen de Daigneault y de los jugadores.
El 9 de abril de 2025, a pesar de que Gilgeous-Alexander, Isaiah Hartenstein y Luguentz Dort ven el partido desde afuera, Oklahoma City vence a Phoenix Suns, llega a 66 victorias y asegura el primer puesto de la tabla general, garantizando la ventaja de localía para todos los playoffs.
Las victorias en los últimos dos partidos cierran una temporada de ensueño: 68 victorias y 14 derrotas, la mejor en la historia de la franquicia, incluyendo la época en que era Seattle SuperSonics (1967-2008).
La estrella principal es Shai, pero otros jugadores como Jalen Williams, Chet Holmgren, Aaron Wiggins, Hartenstein, Isaiah Joe, Dort, Cason Wallace y Alex Caruso también brillan en momentos clave.
Oklahoma City se convierte en el séptimo equipo en la historia de la NBA en lograr al menos 68 victorias. Cuatro de los otros seis equipos se consagraron campeones. Curiosamente, uno de los dos que no lo hizo fue Golden State Warriors, con el récord más impresionante de la historia: 73 victorias y 9 derrotas en la temporada 2015/2016. El otro equipo fue Boston Celtics, en la campaña 1971/1972, con el mismo balance que Oklahoma City: 68-14.