El cristal en Piedras Negras no solo atrapa, aniquila a consumidores y sus familias
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El Tiempo Piedras Negras platicó con Javier, de la colonia González que vive en carne propia las consecuencias del cristal.
Piedras Negras ha sido testigo de los estragos que el consumo de metanfetamina, conocida como cristal, ha dejado en su población. Esta droga no solo ha destruido la vida de quienes la consumen, sino que también ha provocado tragedias que afectan a familias enteras. La saturación de los centros de rehabilitación, el aumento de sobredosis y los actos de violencia relacionados con su consumo reflejan una crisis que, lejos de disminuir, sigue creciendo.
Hace unos días, el equipo de El Tiempo Piedras Negras habló con Javier Campos, un hombre de la colonia González que vive en carne propia las consecuencias del cristal. Durante la plática, relató con total seguridad las alucinaciones que experimentaba, sin ser consciente de que eran producto de su adicción. “Yo inventé el COVID, pero me pregunto cómo, si yo solo estudié hasta secundaria”, decía con certeza. Pero para quienes lo rodeaban, era evidente que su mente estaba completamente deteriorada por el consumo de la droga.
Las metanfetaminas afectan directamente el sistema nervioso, provocando paranoia, ansiedad extrema y psicosis. Su consumo prolongado destruye las neuronas, altera la memoria y deteriora el autocontrol. En muchos casos, los efectos son irreversibles, dejando a las víctimas atrapadas en un estado de confusión permanente.
El daño que causa esta droga no se limita a la salud del consumidor. Hace apenas una semana, un hombre bajo los efectos del cristal incendió la casa de su propia familia en la colonia Presidentes, dejando a sus seres queridos sin hogar. Aunque lograron salir con vida, la pérdida fue total. Casos como este evidencian cómo el cristal no solo afecta a quien lo consume, sino que pone en riesgo a quienes lo rodean.
Además, durante 2024, Piedras Negras registró más de 10 muertes por sobredosis, todas relacionadas con esta droga. En 2023, el Centro de Atención al Adolescente (CAAD) reportó un incremento del 80% en el consumo de cristal en la ciudad, afectando a personas de entre 18 y 50 años. Este aumento provocó que los centros de rehabilitación locales operaran al doble de su capacidad, sin los recursos suficientes para atender a todos los afectados.
Para noviembre de 2024, el pastor Arce Pargas, director de los centros de rehabilitación “Cristo Rompe Las Cadenas” informó que los tres centros de rehabilitación de la ciudad tenían entre 150 y 200 internos, de los cuales el 80% estaban en proceso de recuperación por consumo de cristal.
A nivel estatal, Coahuila se posicionó como la tercera entidad más afectada por esta droga. Entre 2021 y 2024, el 53.3% de las personas que buscaron tratamiento en centros de rehabilitación no gubernamentales lo hicieron debido al consumo de cristal.
La facilidad con la que se consigue la droga, la falta de programas de prevención y la saturación de los centros de atención han permitido que el problema siga creciendo.
El consumo de cristal en Piedras Negras se ha convertido en una bomba de tiempo que arrasa con quienes lo consumen y con quienes los rodean. Más que una simple adicción, es una destrucción progresiva de la mente, el cuerpo y la vida misma. La violencia, las muertes y el deterioro de la sociedad son prueba de que esta droga no solo atrapa, sino que aniquila. Y mientras siga presente en las calles, sus estragos no harán más que multiplicarse.
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