Desafíos y Riesgos para el sector de la construcción
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Los incrementos en los insumos no solo afectan a los constructores, sino también a las pequeñas y medianas empresas
El sector de la construcción, que cerró el año anterior enfrentando enormes retos derivados de incrementos en los costos de los insumos, se enfrenta a un 2025 que se perfila igualmente complicado. A pesar de que la industria esperaba cierta estabilidad al inicio de este nuevo año, los primeros meses han mostrado señales de un ritmo de trabajo lento, lo que genera expectativas de que la situación podría no mejorar en el corto plazo.
Gerardo Arizpe, reconocido empresario del sector ferretero, detalló que 2024 cerró con una caída del cinco por ciento en la actividad del sector, una cifra que no puede ser ignorada dado el impacto que tiene en la economía tanto de las empresas involucradas como de los consumidores. Este decremento se debe principalmente al aumento constante de los precios de los materiales de construcción, lo que ha generado un aumento significativo en el costo de la vivienda.
La situación no parece tener un respiro inmediato. Los precios de los insumos, como la madera, el acero y especialmente, el cemento, han seguido una tendencia ascendente que, en el caso de este último, ha llegado a incrementarse hasta 25 pesos por saco. Este aumento es particularmente alarmante, dado que el cemento es considerado el material base para la construcción de la mayoría de las infraestructuras. El temor dentro del sector es que, a medida que el año avanza, puedan presentarse nuevos aumentos, lo que pondría en riesgo aún más la estabilidad del sector.
Uno de los efectos más visibles de estos incrementos es el constante aumento en el precio de las viviendas, lo que dificulta el acceso de las familias a la compra de un hogar. Si bien el mercado inmobiliario sigue activo, los altos costos de construcción han encarecido las propiedades, lo que hace que la adquisición de una vivienda sea un reto casi insostenible para muchos. A este panorama se le suma la creciente dificultad para acceder a créditos hipotecarios accesibles, lo que ha disminuido aún más la capacidad de compra de la población.
Además, los incrementos en los insumos no solo afectan a los constructores, sino también a las pequeñas y medianas empresas que dependen de materiales accesibles para su operatividad diaria. Sin una intervención eficaz que controle estos aumentos, el panorama se torna aún más incierto, pues la industria está atrapada en un círculo vicioso donde los costos continúan aumentando mientras los márgenes de beneficio se reducen.
El reto que enfrenta el sector de la construcción en 2025 no es menor. Con una baja expectativa de crecimiento, muchas empresas deben ajustar sus estrategias para mantenerse a flote. Sin embargo, el optimismo no está completamente perdido. A medida que pasen los meses, algunos esperan que la situación logre estabilizarse y que el ritmo de trabajo se recupere, pero la incertidumbre sigue presente.
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