¿Cuándo es el mejor momento para cambiar el aceite en tu auto?

Estar atento a estas señales puede ayudarte a prevenir problemas mecánicos costosos y garantizar el buen funcionamiento de tu vehículo.

El aceite del motor es uno de los elementos más importantes para el buen funcionamiento de un vehículo. Su principal función es reducir la fricción entre las piezas internas del motor, evitando el desgaste prematuro y manteniendo el sistema en óptimas condiciones.

Sin embargo, con el tiempo y el uso, el aceite pierde sus propiedades lubricantes debido a la acumulación de residuos, la temperatura extrema y la oxidación.
Un cambio de aceite oportuno garantiza un rendimiento eficiente del motor, prolonga su vida útil y previene averías costosas. Muchas personas se guían únicamente por el kilometraje recomendado por el fabricante, pero existen señales que pueden indicar que es momento de realizar el cambio antes de lo previsto. Te compartimos cuatro señales clave.

Cambio en el color y la textura del aceite
Cuando el aceite es nuevo, tiene un color dorado o ámbar y es relativamente transparente. Sin embargo, con el tiempo, se va oscureciendo debido a la acumulación de suciedad, hollín y partículas metálicas. Si al revisar la varilla del aceite notas que el lubricante es negro y tiene una textura espesa o con residuos visibles, es una clara señal de que ha perdido sus propiedades y necesita ser reemplazado.

Ruidos inusuales en el motor
El aceite del motor cumple una función clave en la reducción de la fricción entre las partes metálicas. Cuando está demasiado viejo o degradado, deja de lubricar correctamente, lo que provoca un aumento en el contacto entre los componentes internos. Esto puede generar ruidos extraños, como golpeteos, traqueteos o un zumbido inusual. Si comienzas a notar estos sonidos, es recomendable verificar el nivel y estado del aceite de inmediato.

Humo excesivo en el escape
Un escape con humo azul o más denso de lo normal puede ser una señal de que el aceite está quemándose dentro del motor. Esto ocurre cuando el aceite viejo se degrada hasta el punto en que no puede sellar adecuadamente los espacios dentro del motor, permitiendo que se filtre en la cámara de combustión. Si notas esta señal, además de un posible cambio de aceite, también podrías necesitar una revisión mecánica para descartar daños en los sellos o anillos del pistón.

Disminución del rendimiento y aumento del consumo de combustible
Si notas que tu auto ha perdido potencia o que el consumo de combustible ha aumentado sin una razón aparente, puede ser una consecuencia del aceite viejo y sucio. Cuando el aceite no lubrica adecuadamente, el motor tiene que esforzarse más para funcionar, lo que afecta su eficiencia. Un cambio de aceite oportuno puede ayudar a restaurar el rendimiento del motor y mejorar el consumo de combustible.

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