COVID-19: cinco años de lucha y memoria

"Personal de salud en la primera línea de batalla contra el mortal virus"
El 27 de febrero de 2020 marcó un antes y un después en la historia de México. La llegada del COVID-19 trastocó la vida de millones y, en pocos meses, la pandemia transformó la cotidianidad en incertidumbre, miedo y pérdidas irreparables.
Cinco años después, las heridas siguen presentes en quienes vivieron en carne propia el impacto del virus. No solo fueron cifras de contagios y defunciones, sino historias de lucha, de sacrificio y de supervivencia. Hoy, médicos, enfermeros y ciudadanos recuerdan cómo esta enfermedad cambió sus vidas para siempre.
El rostro de la pandemia
Fermín Pérez Ortiz, director de la clínica hospital del ISSSTE en Piedras Negras, recuerda con claridad el 12 de abril de 2020, día en que la pandemia fue declarada. Para él, no solo fue una fecha en el calendario, sino el inicio de una batalla sin tregua.
"Transformó completamente nuestras vidas. Estuve al frente del laboratorio de biología molecular, procesando muestras de pacientes sospechosos, viendo día tras día cómo la enfermedad avanzaba sin piedad", comparte.
Pero más allá de su labor como profesional de la salud, Pérez Ortiz también se convirtió en paciente. Fue uno de los miles que contrajeron el virus y, aunque logró salir adelante, las secuelas le recordaron que el COVID-19 no desaparece al recibir el alta. "Me llevó más de dos años recuperarme, pero lo que más me costó fue aceptar la cantidad de vidas que se perdieron en el camino".
El doctor Roberto Longino Reyes Benavides, exdirector del Hospital General de Zona 11 del IMSS, fue otro sobreviviente. "Es un virus que te impide respirar. Es algo que no quiero recordar porque sufrí mucho. Sin embargo, esta enfermedad nos enseñó a valorar la vida", expresa con voz entrecortada.
Jesús García Espinoza, neumólogo de la clínica de especialidades del IMSS No. 11, destaca que los médicos no solo enfrentaron un virus desconocido, sino también el miedo de llevarlo a sus hogares. "Eran jornadas interminables, con el temor de infectar a nuestras familias, con la angustia de ver morir a personas que horas antes nos decían que querían seguir viviendo".
El dolor de una comunidad
En Coahuila, la pandemia dejó una huella profunda. Familias enteras vieron partir a sus seres queridos sin siquiera poder despedirse. Saltillo, la capital del estado, registró 54,178 contagios y 2,456 defunciones.
Torreón, Monclova, Piedras Negras y Ciudad Acuña también sintieron el peso de la tragedia.
Torreón ocupó el segundo lugar en estas estadísticas con 2,014 personas fallecidas y 39,698 contagios.
Monclova sufrió19,583 contagios del virus y lamentablemente 1,060 personas fallecieron por esta enfermedad.
En Piedras Negras 15,835 personas se infectaron del Covid-19 con 595 decesos.
Sabinas tuvo 241 defunciones y 5,483 contagios.
Ciudad Acuña, segundo puerto en importancia en Coahuila reegistra 521 fallecimientos y 8,769 contagios.
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