Comercios pequeños desafían a las grandes tiendas con venta de cigarros ilegales en Coahuila
Las autoridades enfrentan el reto de detener este mercado negro que sigue ganando terreno en las calles de Coahuila.
El auge de estas marcas ilegales refleja un problema de fondo: la crisis económica y el alto costo de los productos regulados.
Coahuila se encuentra en el centro de un fenómeno que está dando de qué hablar: los pequeños comercios han comenzado a competir con las grandes cadenas al comercializar cigarros ilegales y de marcas menos conocidas, destacó Gerardo Cleto López Becerra, presidente del Consejo para el Desarrollo del Comercio en Pequeño y la Empresa Familiar.
Marcas como Denver, Elegance, Magnate, Manchester, Marble, Blue River, Pitbull, Indigo y, en especial, Time, se han convertido en las favoritas de estos negocios para captar la atención de los consumidores que buscan precios más bajos. Sin embargo, esta estrategia plantea serios problemas, ya que la mayoría de estos productos no cumplen con las normativas de salud ni con las regulaciones fiscales.“La proliferación de cigarros ilegales está afectando no solo a las grandes cadenas comerciales, sino también a la salud pública y a los ingresos del gobierno por concepto de impuestos”, afirmó López Becerra.
Los pequeños negocios, en su intento por mantenerse competitivos frente a las tiendas de conveniencia y supermercados, han encontrado en este mercado informal una manera de atraer clientes que buscan alternativas más económicas. Sin embargo, esto pone en la mira tanto a los vendedores como a los consumidores, ya que la venta y compra de estos productos está prohibida por la ley.
Además, López Becerra señaló que la falta de controles eficaces permite que este comercio informal siga creciendo, lo que plantea un desafío para las autoridades locales y federales. “Es necesario reforzar las inspecciones y regularizar las prácticas de estos negocios para garantizar condiciones justas de competencia y proteger la salud de los consumidores”, puntualizó.
El auge de estas marcas ilegales refleja un problema de fondo: la crisis económica y el alto costo de los productos regulados, que lleva a muchos consumidores a optar por alternativas más baratas, aunque menos seguras. Por su parte, las autoridades enfrentan el reto de detener este mercado negro que sigue ganando terreno en las calles de Coahuila.
Mientras tanto, los grandes y pequeños comerciantes permanecen en un constante tira y afloja, en una competencia donde, al parecer, lo barato está saliendo caro.
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