Hasta el 19 de febrero de 2025, la NASA estima que el asteroide 2024 YR4 tiene un 3,1 % de probabilidad de impactar el 22 de diciembre de 2032, un aumento significativo respecto al 1,2 % inicial. El asteroide, con un diámetro estimado entre 40 y 100 metros, es comparable en tamaño a un rascacielos. En caso de impacto, la explosión podría liberar una energía de hasta ocho megatones de dinamita, unas 500 veces la potencia de la bomba atómica de Hiroshima. Sin embargo, los científicos siguen monitoreando su trayectoria para evaluar con mayor precisión el nivel de riesgo.