Un gol de Calero en el minuto 86 selló la victoria del Espanyol en Mendizorroza frente al Alavés, un triunfo que les dio tres puntos cruciales y les permitió alejarse del descenso.
Esta victoria fuera de casa fue la primera del equipo en la Liga, un respiro necesario que les da confianza y, al mismo tiempo, complica aún más la situación de un rival directo en la lucha por la permanencia.
El Espanyol sufrió durante todo el encuentro, soportando la presión constante del Alavés, pero se sostuvo gracias a las intervenciones de Joan García, quien fue clave con varias paradas salvadoras. Aunque el equipo apenas mostró poder ofensivo y perdió a un atacante, Pere Milla, por lesión, supieron resistir y, en su única oportunidad clara, Calero anotó el gol que valió tres puntos de oro para el conjunto perico.
El partido comenzó con intensidad, con ambos equipos sabiendo lo crucial de la victoria. El Espanyol se mostró sólido en defensa, pero el Alavés empezó a tomar el control a medida que avanzaba el primer tiempo. A pesar de los esfuerzos del Alavés, con ocasiones claras de Tenaglia y Toni Martínez, el equipo local no pudo marcar. Por su parte, el Espanyol estuvo prácticamente inactivo en ataque, con una única jugada peligrosa que Puado no supo resolver.
En la segunda mitad, el Alavés continuó presionando, pero nuevamente Joan García se mostró imbatible con una gran intervención ante un remate de Aleñá. Cuando parecía que el empate era lo más probable, Calero aprovechó la única oportunidad clara del Espanyol y anotó el gol que les dio la victoria.
Finalmente, el Espanyol logró un importante triunfo como visitante, dando un golpe sobre la mesa como había pedido su entrenador, Manolo González, quien había enfatizado la importancia de los "hechos y no palabras".