Cae “Limones” y se despliegan cateos en Torreón; colaboración de Coahuila trasciende mientras Durango guarda silencio

Autoridades federales confirmaron que el detenido era investigado por extorsionar a comerciantes y ganaderos

Después de la detención de Edgar “N”, alias Limones, presunto operador financiero y extorsionador de la organización criminal Los Cabrera, se llevaron a cabo cateos en diversas propiedades de Torreón, acciones que resaltaron por la coordinación con autoridades de Coahuila y, al mismo tiempo, por la ausencia de información pública por parte de la Fiscalía de Durango, pese a que el detenido operaba principalmente en esa entidad. Este contraste generó comentarios entre la ciudadanía lagunera, al percibirse una respuesta más activa del lado coahuilense.

La detención de Limones trascendió como parte de una operación nacional contra redes de extorsión. El titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Omar García Harfuch, afirmó que el arresto representa “un golpe directo a las redes de extorsión, en línea con la Estrategia Nacional contra la Extorsión instruida por la presidenta Claudia Sheinbaum”. Autoridades federales confirmaron que el detenido era investigado por extorsionar a comerciantes y ganaderos, además de operar las finanzas del grupo, una de las facciones del Cártel de Sinaloa.

Los operativos iniciales se realizaron de manera simultánea en Gómez Palacio, Durango, y Torreón, Coahuila. En el primer municipio, elementos de la Secretaría de Marina intervinieron un conjunto habitacional ubicado en la avenida Victoria y calle 20 de Noviembre. En Torreón, el despliegue ocurrió en el fraccionamiento Real del Nogalar; en este operativo se aseguró equipo táctico, armas largas y una granada. La Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) también identificó movimientos económicos irregulares relacionados con extorsión y fraude.

Semanas atrás el alcalde de Torreón, Román Alberto Cepeda González, ordenó el cierre simbólico de un camino que comunica con Gómez Palacio, como un mensaje político y social: un acto que, según él, representaba que los delincuentes operaban en la Laguna de Durango. Aunque la vialidad fue cerrada, el gesto buscó subrayar la determinación del municipio para contener el avance del crimen organizado proveniente del vecino estado.

Mientras Coahuila mostró presencia activa y narrativa clara sobre el operativo, en Durango prevaleció la falta de posicionamiento inmediato, lo que reforzó la percepción de que la noticia creció sobre todo gracias a la intervención coahuilense. Para la población lagunera, especialmente del lado de Coahuila, el caso de Limones destaca por su impacto en la seguridad regional, pues se trata de un operador que presuntamente mantenía mecanismos de extorsión que afectaban directamente a comerciantes y productores de la zona.

Un día antes una veintena de cámaras empresariales publicaron un desplegado en el que reconocían el trabajo de las autoridades federales en su trabajo para erradicar la extorsión.

El tema fue nota nacional desde que un nutrido grupo de empresarios, sobre todo del sector agropecuario de La Laguna, tomaron las calles para exigir la intervención del gobierno federal.

La operación fue encabezada por la Secretaría de Marina y respaldada por la Secretaría de la Defensa Nacional, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, la Fiscalía General de la República y el Centro Nacional de Inteligencia; hubo más personas arrestadas y trasladadas a la Ciudad de México, pero de ellas hasta el momento del cierre no se difundía información específica.

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