31 de marzo de 1969: La tragedia que marcó la historia minera de México cumple hoy 56 años

El 31 de marzo de 1969, una explosión en la mina Guadalupe, en Barroterán, Coahuila, dejó 153 mineros muertos y conmocionó a todo el país. A 56 años de la tragedia, la memoria de los caídos sigue viva.
El 31 de marzo de 1969, la mina Guadalupe, ubicada en Barroterán, Coahuila, sufrió una explosión mortal que acabó con la vida de 153 mineros. La tragedia, causada por una acumulación de gas metano, reveló las precarias condiciones laborales de la minería en México. A 56 años, Barroterán sigue rindiendo homenaje a las víctimas.
La explosión que marcó la historia de Barroterán
A las 5:45 p.m. del 31 de marzo de 1969, una tragedia sin precedentes sacudió a la comunidad de Barroterán, en la región Carbonífera de Coahuila. Una explosión en la mina Guadalupe, provocada por una chispa debido a una falla en el sistema de ventilación, resultó en la muerte de 153 mineros. El gas metano acumulado, conocido como grisú, generó la tragedia que destruyó familias y dejó una herida profunda en la región.
Causas y críticas sobre las condiciones laborales
La explosión no solo fue un desastre humano, sino también un reflejo de la falta de medidas de seguridad en las minas de carbón en México durante esa época. Según el historiador Ramiro Flores, la tragedia sirvió como una llamada de atención sobre las condiciones laborales precarias y la necesidad urgente de mejorar la seguridad en el sector minero. En esos años, las minas carecían de protocolos de seguridad adecuados, lo que ponía en riesgo a los trabajadores a diario.
El rescate y el dolor de la espera
El proceso de rescate fue largo y angustiante. Las operaciones de rescate, que comenzaron el mismo día del accidente, se extendieron hasta principios de mayo, con la última víctima recuperada el Día de las Madres. Durante más de un mes, familiares y vecinos de Barroterán vivieron una espera llena de incertidumbre y dolor, hasta que finalmente se logró recuperar los cuerpos de los mineros atrapados.
El legado de la tragedia
A pesar de los esfuerzos por mejorar las condiciones laborales tras la tragedia, las respuestas de las autoridades fueron lentas y, en muchos casos, insuficientes. Hoy, 56 años después, la comunidad de Barroterán continúa recordando a los 153 mineros que perdieron la vida. Cada 31 de marzo, los habitantes se reúnen para rendir homenaje con ofrendas florales y ceremonias en honor a los caídos. Esta tradición se ha convertido en un símbolo de resiliencia, donde el dolor sigue presente, pero también la determinación de mantener viva la memoria de quienes sacrificaron sus vidas por el sustento de sus familias.

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