Se efectuó una caminata en la que la sociedad se unió para apoyar la causa de la salud mental.
Con gran éxito, y con la participación de la sociedad civil y diversas instituciones comprometidas en brindar la ayuda necesaria, se llevó a cabo la segunda caminata sobre la prevención del suicidio, denominada “Septiembre Amarillo”. Este evento forma parte de una campaña extensa durante todo el mes, destinada a difundir el apoyo disponible para quienes atraviesan situaciones complejas en su salud mental.
La caminata recorrió las principales calles de la ciudad, comenzando en la Macroplaza y finalizando en la Gran Plaza. Allí se inauguró la “Cabina de la Vida”, que ofrecerá atención las 24 horas del día a personas con pensamientos suicidas. Las autoridades y organizadores destacaron que no están solos en esta lucha; hay muchas personas dispuestas a ofrecer ayuda en todos los niveles, desde el sector gubernamental hasta asociaciones y servicios de salud.
Situación. La psicóloga y organizadora del evento, Hilda Estrada, subrayó que un gran número de personas se unió al apoyo de esta causa, motivadas por la situación actual y haciendo lo posible para reducir las cifras de suicidio. Reiteró el respaldo del CAAD, que cuenta con psicólogos y trabajadores sociales, y mencionó que muchos jóvenes con pensamientos suicidas buscan ayuda. Estrada destacó que la caminata es una respuesta a la necesidad existente en la comunidad.
Con motivo del Día Mundial para la Prevención del Suicidio, que se conmemora el 10 de septiembre, la Organización Mundial de la Salud (OMS) hace un llamado a erradicar el estigma que enfrentan las personas con trastornos mentales o comportamientos suicidas. La OMS define el suicidio como un acto deliberado realizado por una persona en pleno conocimiento o expectativa de su desenlace fatal, y lo considera un problema multifactorial. Con la colaboración de instituciones, asociaciones y profesionales de la salud, se continúa avanzando en la eliminación del estigma y en la oferta de recursos vitales para aquellos en necesidad. La OMS recuerda la importancia de reconocer el suicidio como un problema multifactorial y aboga por un enfoque integral para su prevención. La participación de la comunidad es esencial para construir una red de apoyo que pueda marcar la diferencia.
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