Su diagnóstico es incierto, ha trascendido que, falleció a causa de una bacteria o virus.
Un médico empático y servicial es, como será recordado, Julio Ramos, el joven doctor de 28 años de edad, quien falleció presuntamente por una bacteria en el cerebro y prestaba sus servicios al hospital de la Cruz Roja Mexicana.
Ricardo Lojero Alvarado, director de la clínica, compartió que Julio siempre fue un doctor intachable, muy querido por los pacientes y el personal debido a su carisma, pero trágicamente hace un par de meses su salud comenzó a verse mermada por malestares y hace un mes dejó de trabajar.
Estado. Su diagnóstico es incierto, ha trascendido que, falleció a causa de una bacteria o virus que llegó a su cerebro y le arrebató la vida el pasado fin de semana mientras permanecía internado en una clínica de Monterrey, esta situación ha consternado a la comunidad, ya que el director mencionó que esperaban la ciencia hiciera su labor, pero los planes de Dios eran otros.
Labor. “Era una persona muy servicial que se dedicaba a servir con gusto en todo lo que hacía, era muy buen médico general cuando se le necesitaba que faltaba algún doctor, él siempre se presentaba rápido”, compartió Lojero Alvarado. Los pacientes, compañeros y comunidad en general llegaban a la clínica buscándolo debido a la eficacia en su trabajo y su calidad como persona con la que sin querer se ganaba el cariño de todos aquellos que lo rodeaban y aunque solo logró ejercer un par de años su carrera Lojero afirmó que, en todo momento lo hizo con mucho gusto y amor a quienes necesitaban sanar su dolor. “Es de las personas que necesita y hacen falta en Cruz Roja”, compartió el director.
Como acto conmemorativo, sus compañeros lo despidieron con su cuerpo presente en las instalaciones de la clínica, al mismo tiempo de compartir palabras de despedida, y globos blancos en señal de amor y cariño mientras las torretas de emergencia sonaban.
