Tras la cancelación del festival, Hacienda El Mimbre organizó un festival alternativo en solo dos días, apoyando a negocios que habían perdido entre 15,000 y 25,000 pesos.
Alrededor de 5,000 personas respondieron al llamado solidario de Hacienda El Mimbre, apoyando a los negocios que se habían preparado para atender a las más de 20,000 personas que asistirían al Cactus Fest. Este evento musical, que prometía ser uno de los más importantes de la región, se canceló de manera inesperada, lo que dejó a muchos emprendedores con pérdidas significativas.
Ante la crisis generada por la cancelación del festival, donde algunos negocios habían pagado entre 15,000 y 25,000 pesos por ofrecer sus servicios, Hacienda El Mimbre tomó la iniciativa de abrir sus puertas y, con el apoyo de Nuva Producciones Escénicas y Ciudad del Rock Coahuila, organizó un festival alternativo en un tiempo récord de solo dos días. Este nuevo evento fue gratuito para el público, lo que facilitó que miles de personas asistieran y apoyaran a los emprendedores locales.
Negocios. Las actividades del festival comenzaron a las 12:00 horas y concluyeron a la medianoche. Durante este tiempo, el ambiente se llenó de música, risas y sabores, con una amplia variedad de puestos de comida. Los asistentes pudieron disfrutar de papas fritas, churros, hamburguesas, tacos, birria, nieve y raspados, entre otros platillos, lo que no solo alivió las pérdidas de los negocios afectados, sino que también fomentó un sentido de comunidad y solidaridad entre los asistentes.
A pesar de que en redes sociales se informó que el Cactus Fest se celebraría en noviembre, algunos propietarios de negocios afectados manifestaron que no volverán a trabajar con GP Producer, la empresa encargada de organizar el festival original. Sin embargo, expresaron su agradecimiento hacia Hacienda El Mimbre, que, a pesar de ser también una de las partes perjudicadas, encontró la forma de mitigar las pérdidas y brindar un espacio donde la comunidad pudiera reunirse y disfrutar de la música y la gastronomía local. La organización de este festival alternativo no solo representó una oportunidad para que los negocios recuperaran parte de sus pérdidas, sino que también se convirtió en un símbolo de resiliencia y colaboración en tiempos difíciles. La respuesta de la comunidad fue abrumadora, demostrando que, ante la adversidad, la solidaridad puede generar un impacto positivo y significativo.
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