El Río Bravo registra su más bajo nivel en años, nada ha cambiado y la tendencia es aterradora. Ni las fuertes lluvias a principios de septiembre por dos frentes fríos fueron suficientes para mejorar su cauce. Ni siquiera la capacidad de almacenamiento de la Presa “La Amistad”, que está a un 13 por ciento de su capacidad total.
Su aportación al río. Es apenas de 180 metros cúbicos por segundo de arrastre, que se vierte a través de una sola compuerta.
Un recorrido por el afluente en zona urbana observa que la tierra comienza a ganarle terreno cada día.
Solo este año sus aguas se retiraron cuatro metros, y peor aún, se observan algas y maleza en la ribera que le dan un a vista de suciedad con aguas turbias.
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