En cada cambio de gobierno se da una limpia en todas las dependencias, 75 % de directores y subsecretarios salen, afirma el exlíder magisterial en una serie de mensajes difundidos por medio de redes sociales y propone a sus interlocutores hablar de las propuestas sindicales para puestos oficiales
Saltillo, Coahuila, MÁS. – Carlos Ariel Moreira Valdés, otrora «líder moral» del sindicato de maestros en la entidad, habría respondido a la depuración de la nómina de la Secretaría de Educación de Coahuila (SEDU). Mediante un mensaje de texto enviado a un grupo de WhatsApp integrado por profesores.
Según fuentes consultadas, el propósito principal de esta purga es desarticular la red de funcionarios que Moreira Valdés impuso durante 18 años en diversas áreas de la dependencia para controlarla. Sin embargo, el exlíder magisterial desacreditó parte de lo que la prensa ha informado al respecto.
En su mensaje, Moreira reconoce haber tenido roces con algunos gobernadores debido a las «propuestas» y «consejos» gremiales para la ocupación de puestos clave en la SEDU, aunque en los últimos sexenios ya no dirigía ninguna de las dos secciones sindicales que había representado.
Los dos periodos durante las cuales encabezó las secciones 5 (de 2004 a 2007) y 38 (de 2007 a 2012) abarcan ocho años, es decir, desde los últimos dos años del mandato de Enrique Martínez hasta el segundo año del sexenio de Rubén Moreira, pasando por el periodo de Humberto Moreira y los 10 meses que gobernó Jorge Torres López.
Para cuando ocurrieron las fricciones que asegura haber tenido con el exgobernador Miguel Ángel Riquelme, cuyo periodo fue de 2017 a 2023, hacía por lo menos cinco años que el exlíder ya no encabezaba ninguna de las secciones sindicales de la entidad, lo que hace deducir que sus “propuestas” de candidatos a ocupar responsabilidades en la Secretaría de Educación fueron presentadas a título personal.
En la primera parte de su apología, en cuya redacción abundan los errores ortográficos, el docente considera “casi infantil” el análisis que “algunos” han hecho sobre los cambios y enroques ordenados en la Sedu por el gobernador Manolo Jiménez Salinas, a saber, una renovación muy “normal”, y se da tiempo para criticar el encabezado de una nota periodística.
En la parte final de su texto, Moreira Valdés lanza un aviso: “La próxima semana hablaré de las grandes discusiones que tuve con Miguel Ángel Riquelme”, es decir, cuando sus hermanos ya no gobernaban.
A través de un grupo de WhatsApp, Carlos Moreira saluda a sus compañeros, a quienes propone: “Hablemos de las propuestas sindicales para puestos oficiales”.
A esto le sigue un somero tratado de la historia del sindicato magisterial de Coahuila y los términos en que negoció puestos públicos con los últimos gobernadores.
“Desde que el sindicato existe —narra—, en múltiples ocasiones el gobierno en turno le ha pedido sugerencias para encontrar qué profesores o profesoras ocupar ciertos espacios educativos en la administración estatal. Es un hecho que los gobernadores hablaban con Severino Calderón o Felipe de Alba”.
Prosigue: “Más de un Secretario de Educación fue palomeado en las oficinas sindicales. En el caso del magisterio federal, la joya de la Corona era la Dirección de Primarias y ahí llegaron talentosos y comprometidos exdirigentes sindicales (Candelaria Valdés, Héctor Mario López, José Luis López y recientemente el querido maestro Roberto de los Santos)”.
Según sus apuntes, “el gran rompimiento se dio en los tiempos de Rogelio Montemayor. La molestia del entonces dirigente de la Sección 38, un extraordinario líder, Julián Montoya, fue mayúscula”.
“El Gobernador no sólo no pidió consejo, sino que designó como Secretario de Educación a alguien que no era maestro, el Lic. Óscar Pimentel González”. Así fue como “las secciones dejaron de proponer durante ese sexenio”.
“Se mantuvo el sector educativo —explica— en dos espacios, el magisterio federalizado en campo redondo y el estatal paso de un hermoso pero pequeño edificio en la calle de Hidalgo a la renta de un gran hotel en la calle de Victoria”.
Añade: “Con la llegada de Enrique Martínez las cosas mejoraron en cuanto a comunicación dirigencias sindicales gobierno del estado. Humberto tuvo una reunión previa con la mismísima Elba Esther Gordillo y recibió el visto bueno nacional. Alrededor de 12 compañeros, a propuesta sindical, ocuparon cargos en el gobierno”.
“Abro un paréntesis. En cada cambio de gobierno se daba en todas las dependencias una limpia de aproximadamente un 75 %. Prácticamente, todos los Directores Generales (no había entonces subsecretarios) eran cambiados”.
En este punto, sale a colación uno de sus hermanos exgobernadores: “Con Humberto —dice— se dio un cambio casi total en todas las dependencias y en la propia Secretaria de Educación se vieron muchísimas caras nuevas. Las dirigencias sindicales propusimos aproximadamente 32 personas”.
Abre otro paréntesis: “En la Secretaría de Educación hay arriba de 100 funcionarios. Con Rubén se cambió aproximadamente el 60 % de los funcionarios, aunque prácticamente todos los de primer nivel”.
“Las dirigencias sindicales, al menos en un principio, no hicimos propuestas en la dependencia que dirigía José María Fraustro. El maestro Julián, por citar un caso relevante, llega por su gran trayectoria y por ser muy cercano al propio Rubén”.
En su recuento, Carlos Ariel Moreira comenta que “con Miguel Ángel Riquelme se incrementa el número de propuestas sindicales, llegando a 18 (18 de más de 100). La mayoría ahí se mantienen, dado que en el actual gobierno los cambios no se dieron en el mes de diciembre”.
“Dos últimos comentarios a manera de reflexiones. Primero. – Da un poco de pena el análisis casi infantil que hacen algunos. El otro día vi un encabezado que decía ´Se cimbra el sector educativo, grandes cambios estratégicos´. ¡Por favor! Con un cambio de gobierno lo más natural es cambiar. No hacerlo suena extraño”.
“Segunda reflexión. El último gobernador que puso al frente de la secretaría a profesores normalistas fue Humberto”.
“Saludos a todos y a todas. (próxima semana hablaré de las grandes discusiones que tuve con Miguel Ángel Riquelme). Espero pasen un gran día. Dios les bendiga”, concluye el autoproclamado “líder moral”.
A continuación, el texto íntegro del mensaje que habría transmitido Carlos Moreira por WhatsApp.
“Buen día a todos y a todas:
Hablemos de las propuestas sindicales para puestos oficiales
Desde que el sindicato existe, en múltiples ocasiones el gobierno en turno le ha pedido sugerencias para encontrar qué profesores o profesoras ocupar ciertos espacios educativos en la administración estatal. Es un hecho que los gobernadores hablaban con Severino Calderón o Felipe de Alba. Más de un Secretario de Educación fue palomeado en las oficinas sindicales. En el caso del magisterio federal, la joya de la Corona era la Dirección de Primarias y ahí llegaron talentosos y comprometidos exdirigentes sindicales (Candelaria Valdés, Héctor Mario López, José Luis López y recientemente el querido maestro Roberto de los Santos).
El gran rompimiento se dio en los tiempos de Rogelio Montemayor. La molestia del entonces dirigente de la Sección 38, un extraordinario líder, Julián Montoya, fue mayúscula. El Gobernador no sólo no pidió consejo, sino que designó como Secretario de Educación a alguien que no era maestro, el Lic. Óscar Pimentel González. Las secciones dejaron de proponer durante ese sexenio. Se mantuvo el sector educativo en dos espacios, el magisterio federalizado en campo redondo y el estatal paso de un hermoso pero pequeño edificio en la calle de Hidalgo a la renta de un gran hotel en la calle de Victoria.
Con la llegada de Enrique Martínez las cosas mejoraron en cuanto a comunicación dirigencias sindicales gobierno del estado. Humberto tuvo una reunión previa con la mismísima Elba Esther Gordillo y recibió el visto bueno nacional. Alrededor de 12 compañeros, a propuesta sindical, ocuparon cargos en el gobierno.
Abro un paréntesis. En cada cambio de gobierno se daba en todas las dependencias una limpia de aproximadamente un 75 %. Prácticamente, todos los Directores Generales (no había entonces subsecretarios) eran cambiados.
Con Humberto se dió un cambio casi total en todas las dependencias y en la propia Secretaria de Educación se vieron muchísimas caras nuevas. Las dirigencias sindicales propusimos aproximadamente 32 personas.
Abro otro paréntesis. En la Secretaría de Educación hay arriba de 100 funcionarios.
Con Rubén se cambió aproximadamente el 60 % de los funcionarios, aunque prácticamente todos los de primer nivel. Las dirigencias sindicales, al menos en un principio, no hicimos propuestas en la dependencia que dirigía José María Fraustro. El maestro Julián, por citar un caso relevante, llega por su gran trayectoria y por ser muy cercano al propio Rubén.
Con Miguel Ángel Riquelme se incrementa el número de propuestas sindicales, llegando a 18 (18 de más de 100). La mayoría ahí se mantienen, dado que en el actual gobierno los cambios no se dieron en el mes de diciembre.
Dos últimos comentarios a manera de reflexiones.
Primero. – Da un poco de pena el análisis casi infantil que hacen algunos. El otro día vi un encabezado que decía “Se cimbra el sector educativo, grandes cambios estratégicos”. ¡Por favor! Con un cambio de gobierno lo más natural es cambiar. No hacerlo suena extraño.
Segunda reflexión. El último gobernador que puso al frente de la secretaría a profesores normalistas fue Humberto.
Saludos a todos y a todas. (próxima semana hablaré de las grandes discusiones que tuve con Miguel Ángel Riquelme)
Espero pasen un gran día.
Dios les bendiga”