Las investigaciones del caso determinaron que los menores laboraban desde hace tiempo en las calles obligados por sus progenitoras
Hermosillo, Sonora.- Siete niños del estado de Chiapas de la etnia Tzotzil, cuyas edades fluctúan entre uno y 12 años de edad que eran explotados en forma laboral, fueron rescatados por las autoridades del DIF Navojoa.
La salvaguarda se dio en base a supervisiones directas en las vialidades de la ciudad por parte de personal de la Subprocuraduría de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes del DIF, instruidas tanto por la presidenta del DIF, Luz Argel Gaxiola de Elías, como de la directora Eliana Castro Carlón.
El rescate de los menores ocurrió hace más de 10 días y los menores aún permanecen bajo resguardo en la Casa-Hogar Caari Al Leiya. Tres mujeres indígenas reclaman a sus hijos.
Desde el pasado 6 de octubre, en apego al respeto a los derechos humanos y la normatividad vigente de protección a la infancia, el Sistema DIF Navojoa informó que se rescató a 7 menores de edad que eran obligados a trabajar en la calle, quienes quedaron bajo resguardo de la citada casa hogar
La presidenta de DIF en el municipio de Navojoa, Luz Argel Gaxiola de Elías, informó que fueron cinco niños y dos niñas, de edades desde 01 hasta 12 años, miembros de 3 familias diferentes, los que permanecen en custodia temporal para proteger su integridad física y psicológica.
De acuerdo con las investigaciones del caso, se determinó que los siete menores laboraban desde hace tiempo en las calles ordenados por sus madres.
Las familias originarias del sur del país, indicó, se trasladaban todos los días, a las 7 de la mañana, en autobús, desde Ciudad Obregón a Navojoa.
Dicha situación sin lugar a dudas constituye un delito que es el trabajo en menores de edad, y por supuesto vulnera los derechos legales a la educación, salud, al libre esparcimiento y en sí a una vida digna, explicó.
Consideró que los infantes estaban siendo puestos en riesgo por sus familiares, a lo que DIF en cumplimiento con los protocolos propios de la Subprocuraduría tuvo bases suficientes para resguardar a los siete niños y niñas en el albergue Caari Al Leiya.
“Proteger y cuidar a nuestros niños, niñas y adolescentes es una tarea que todos tenemos, máxime en DIF que entre sus objetivos está propiciar su bienestar como sector social vulnerable y luchamos por la unidad de la familia, ellos son el futuro y buscaremos siempre darles lo mejor”, expresó.
Por su parte, Kendra Méndez, Silvia López y Lydia Velázquez, madres de los menores, manifestaron estar angustiadas por la separación de sus hijos y aseguran que no han cometido ningún delito, sólo están de paso por Navojoa en su camino hacia el norte del estado.
Las mujeres aseguraron que no están explotando a los niños, sólo buscan apoyo para sobrevivir.
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