El ‘Eterno Capitán’ hizo un llamado a la actual plantilla para que “defiendan la camiseta rojiblanca”.
Ramón Morales sabe que Chivas puede ganar o perder, pero no es negociable entregarlo todo ante el clásico rival América.
Si hay alguien que sabe lo que representa vestir la camiseta del Club Deportivo Guadalajara es Ramón Morales. Durante una década entera, el histórico lateral izquierdo disputó cientos de partidos, pero hay unos que para él fueron especiales, los Clásicos Nacionales. En vísperas de la edición 257 del encuentro entre Chivas y América, en entrevista, el ‘Eterno Capitán’ hizo un llamado a la actual plantilla para que “defiendan la camiseta rojiblanca” y sean capaces de darle alegría “a millones de personas que esperan una victoria” este sábado en el Estadio Ciudad de los Deportes.
“La primera característica que debe tener un jugador del Guadalajara, no para jugar el clásico, sino para vestir la camiseta de Chivas sin importar el juego, es que conozca un poco la historia. Él tiene el honor de ponerse la playera y defenderla. Se está poniendo la playera de millones de mexicanos. No debe ningún jugador ponerse una playera sin estar consciente de eso. A partir de ahí, con preparación física, técnica, táctica, lo que te ordena el entrenador y tu capacidad, debes buscar defenderla”, comentó.
Pasan los años y la gran afición rojiblanca -sumamente exigente- lo recuerda con cariño y respeto, debido a un motivo muy especial, ‘Ramoncito’, como lo apodaron en sus años dentro de las canchas, entiende perfectamente lo que significa para los Chivahermanos el duelo ante las Águilas.
“Si un jugador entra al terreno de juego sabiendo que hay millones y millones de aficionados que esperan este partido, que esperan una victoria, que quieren ese momento de alegría, de pasión, de orgullo, de todo. Si entienden eso y entran conscientes de eso pueden al final hacer un buen partido. No sé si el resultado sea favorable o no, pero la gente es inteligente y se da cuenta de cuando diste lo mejor de ti. Independiente del resultado, eso es algo que hay que buscar transmitir de la cancha a la tribuna”, añadió.
Morales vive satisfecho, no siente una deuda con la institución, en todo momento que corrió con el escudo del Chiverío en el pecho entregó su cien por ciento, hoy espera que los jóvenes hagan lo mismo. “Espero haber dado todo de mí. Fueron muchos partidos gracias a Dios y traté de dar todo. En ese dar todo tuve momentos buenos y momentos malos, como todos. En ese momento que salí de los partidos, sin importar el resultado, siempre, siempre te puedo decir con mucho orgullo, di todo por la playera”.
Fueron 73 los goles que consiguió anotar con el Rebaño, dos de ellos al cuadro de Coapa. El recuerdo de aquellas dianas está fresco, como el día que consiguió festejarlas, y aunque siente respeto por todos los equipos a los que enfrentó, admite que, sobre el América un gol “es diferente”.
“Pero no porque valga más o menos, el gol al final es eso, un gol. En ese momento las adrenalinas están al tope, la emoción, la dignidad. El festejo del aficionado incluso ya sea en el estadio, en su casa o en otros lados es más eufórico, de mayor orgullo. Eso se contagia y uno dentro del campo busca hacerlo de mejor manera. Cuando metes un gol esa adrenalina explota y tal vez, por eso quizá es una mayor efervescencia la que se siente”.
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