La piel de gallina puede ser controlada y tratada para mejorar la textura y apariencia de la piel.
Este padecimiento es fácilmente identificable por su apariencia que recuerda a los poros de la piel de las aves. Los granitos pueden variar de color según el tono de la piel: rojizos o rosados en pieles claras y marrones en tonos más oscuros. ¿Por qué ocurre la piel de gallina?
La Queratosis Pilaris es una condición genética, aunque también puede manifestarse en personas con piel sensible o junto a otras afecciones como el eczema o la dermatitis atópica. Los síntomas suelen surgir durante la niñez o adolescencia y pueden mejorar o empeorar con el tiempo. Aunque no tiene cura, se pueden aliviar los síntomas con una rutina adecuada de cuidado de la piel. Aquí te presentamos algunos pasos esenciales:
Limpieza adecuada
Una limpieza regular y profunda es esencial. Esto previene el empeoramiento y la acumulación de grasa en las áreas afectadas.
Exfoliación moderada
No exfolies la piel a diario, pero hazlo una o dos veces por semana con un producto dermatológico, no cosmético, para suavizar la textura y eliminar las células muertas.
Hidratación constante
El uso regular de cremas hidratantes contribuirá a mejorar la textura rugosa de la piel y, con el tiempo, reducirá el enrojecimiento circundante.
Un dato a tener en cuenta: Los síntomas de la Queratosis Pilaris tienden a agravarse en invierno debido al frío y mejorar en verano con mayor humedad. La constancia en el cuidado de la piel es clave para notar mejoras significativas.
