Desde tiendas de esquina, el elotero y de las aguas frescas hasta los de autoservicio de comidas, piden que les 'cooperen'.
¿Cuánto le anoto de propina?, es una pregunta cada vez más cotidiana en el diario vivir pues está por todas partes, además de restaurantesdonde es casi obligado dejar una propina de 10, 15 o 20 por ciento establecida en los tickets a firmar, ¡No menos!, pues está el "cuidador" de los estacionamientos que en cada parte que se acude hay alguno que pregunta si le lavan el coche y, si la respuesta es negativa, hace la afirmación que compromete, ¡Aquí se lo cuido!, así que obligadamente hay que darle una propina.
Están los recolectores de basura que cada que pasan por los domicilios la presión es cuando gritan que ahí van, que van a recoger la basura del domicilio, "basura, basura, señora, hay para una aguita".
Los que brindan una atención de trámite y piden "para la coca", pero lo que no se había visto era que en los negocios establecidos se estipulara una propina, a excepción de las tortas "doña Tota", que desde que abrieron su franquicia en Monclova, tienen un recipiente para que el cliente ponga la propina y cada vez que les dejan, una grita "propina", y el resto exclama a coro "gracias", fuera de ese negocio, no se observaba lo que ahora, que en muchos establecimientos de alimentos, venta de refrescos, aguas, elotes, tiendas de la esquina y demás, tienen su frasco de propinas para que la persona comparta una moneda o billete por el "servicio y la atención" prestada.
Pero, el colmo es que se está pidiendo propina en el autoservicio, cuando una persona pide comida por el interfon y pasa de una ventanilla a otra para pagar y recoger su comida, ahí también hay que dar propina, pese a que no se hizo uso de las instalaciones ni nada.
Oportunidad. Una empleada de refresquería, quien accedió a la entrevista sin dar su nombre ni rostro para evitar problemas con sus patrones, contó que desde hace un mes colocaron un bote de las propinas en la base donde venden las aguas, pero dice que fue propiciado por los mismos clientes, ya que antes algunos daban propina a la empleada que lo atendía, así que vieron que no era justo que sólo una fuera la afortunada de vez en cuando y, con la aprobación del dueño, pusieron el frasco de propinas y se las reparten entre las 3 o 4 que son del turno que les toca.
Dijo que las propinas les permiten comprar comida entre todas, o bien, repartirse el dinero.
Comentó que piensan colocar el bote de propinas sólo por temporadas y los días que hay más afluencia como los domingos cuando hay algún evento en la plaza, o ahora que es Semana Santa que la gente sale más a pasear al centro.
Mario Coria Roehll, presidente de la Coparmex, destacó que la propina se está "normalizando" como algo que se debe cubrir y se está presionando sutilmente para darla, en ocasiones, hasta es casi obligada y el consumidor la absorbe.
Externó que esta situación evidencia que el empleo no está bien remunerado, pues de lo contrario, no sería necesario pedir propina y habla de una necesidad de que se establezcan esquemas en los que se incentive a los trabajadores que prestan una buena atención con un ingreso más sin tener que perjudicar al cliente. Comentó que con el sector que representa han tenido pláticas en las que ha propuesto que en cualquier negocios debe haber una medición de la efectividad y productividad y cuando se rebasa el nivel primario o el equlibrio necesario, es cuando pueden establecer los incentivos a los trabajadores, los vales u otras maneras que premien la productividad.
"En mi opinión, se debe decir en volumen de venta y de ahí sacar un parámetro si es del 1 al 10 es normal que el negocio funcione y si hay resultado atípico, compartirlos con colaboradores mediante comisiones, incentivos o bonos y con la finalidad de no dar más carga al cliente", ejemplificó Coria.
