En el caso de los hermanitos de kínder presuntamente abusados sus tutores se negaron a que fueran examinados.
A la Procuraduría de los Niños, las Niñas y la Familia llegó el caso de los hermanitos presuntamente víctimas de bullying y abuso sexual en el jardín de niños Federico Frobel, sin embargo, fueron los padres de familia quienes no aceptaron que psicólogos de la dependencia atendieran a los menores tal y como lo indica el protocolo generando ellos mismos el no poder atender a sus hijos como se debe, comunicó Martha Herrera, subprocuradora de la Pronnif.
Pablo Ayala denunció que, sus hijos en aquel entonces de 5 y 3 años en el ciclo escolar 2023-2024 habían sufrido de los anteriores abusos por compañeros del jardín de niños ubicado en la colonia Guadalupe y pese a ello solicitaron apoyo en la dirección de la escuela, con la jefa de zona y en la Pronnif y de ninguno presuntamente obtuvo respuesta favorable por lo que recurrirá a levantar una denuncia contra las tres autoridades anteriores en la Fiscalía General del Estado.
Versión. Martha Herrera dijo que, fue en junio cuando recibió el reporte de los dos niños presuntamente abusados por otros tres compañeros, ante ellos solicitó a los padres practicarles pruebas y exámenes con los expertos en la materia, pero se negaron asegurando que ellos ya los habían llevado con un profesional particular que confirmó el presunto delito y además no querían re victimizarlos. Martha dijo que dichos exámenes no cumplían con todos los requisitos y especificaciones que se requieren, por lo que no eran confiables.
Dinero. De acuerdo a la subprocuradora el padre aseguró que, estaban buscando la reparación del daño en la Procuraduría en donde se le informó que esa petición es de tipo civil por lo que la Procuraduría no podría intervenir y por ende se canalizaron Atención a Víctimas, debido a la negatividad de aceptar que sus hijos hablaran con los psicólogos.
Involucrados. Se intervino con los niños acusados, pero no se detectó ninguna vulneración que sufrieran en sus hogares o que dejaran un indicativo de su presunto comportamiento. Ante ello se corroboró que viven establemente y seguros. Martha contó que, están esperando a que los padres acepten, sean atendidos de acuerdo al protocolo o bien con la canalización que se les asignó.
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