Han sido asesinados choferes de taxis y el servicio este fin de semana sigue siendo intermitente. En la Costera, todo es silencio
Chilpancingo.- El jueves el transporte público estará al cien por ciento en Acapulco, aseguró el gobierno de Guerrero, pero desde entonces han sido asesinados choferes de taxis y el servicio sigue siendo intermitente, parcial.
La mañana del mismo jueves, cuando los transportistas intentaron reanudar el servicio, hombres armados llegaron al sitio de taxis colectivos de la ruta Bicentenario, ubicado en la esquina de la avenida Baja California y Solidaridad, y lo atacaron a tiros.
En el ataque murió un chofer y dos más quedaron heridos. El sitio volvió a cerrar, a suspender el servicio.
El viernes, alrededor de las 9 de la noche, en la colonia Hogar Moderno hombres armados atacaron a un taxista, apenas y se bajó el pasajero. El chofer quedó muerto en la unidad.
Las organizaciones criminales han impedido a balazos que el servicio del transporte público se reanude, pese a que en Acapulco hay un despliegue amplio de policías y militares.
Este sábado, la escasez de unidades es evidente en las calles del puerto.
En la costera, que es la zona donde más transporte hay, se nota la ausencia de camiones de la ruta Base-Caleta. La avenida no tiene ese murmullo de todos sus días, no se escucha la música a volumen de discoteca con la que circulan estos camiones. Tampoco sus estridentes claxon.
Los taxis colectivos que recorren gran parte de la costera y terminan en Puerto Marqués, en el fraccionamiento Colosio, no acosan a los usuarios al ofrecer su servicio.
Para la zona de Las Cruces, la Zapata, el Renacimiento los camiones urbanos son escasos. Por el otro lado de la ciudad, para Pie de cuesta, la colonia Jardín, las urvan no aparecen.
El miércoles el gobierno de Guerrero aseguró que este jueves el servicio estaría funcionando al cien por ciento; dijo que no había excusas porque la seguridad estaba garantizada para los choferes; advirtió que al que no regresara su concesión estaría en peligro.
Desde el 11 de enero Acapulco sufre una crisis en el transporte público. Dos días antes, había asesinado a un dirigente transportista y quemado dos unidades en la zona tradicional de Caleta y Caletilla. El mismo 11, quemaron una urvan y un camión.
El 8 de enero, los choferes de esta ruta Bicentenario bloquearon la avenida Cuauhtémoc. Exigieron seguridad. Denunciaron que durante diciembre del 2023, sufrieron seis ataques armados; seis choferes y tres chocadoras resultaron heridas.
En el último ataque le advirtieron que si los volvían a ver trabajando los atacaría. Este jueves, los criminales cumplieron su palabra.
Acapulco tiene 10 días sin el servicio del transporte público. Lo más difícil fue en los primeros días. La cotidianidad del puerto se alteró. Todos en las calles no sabían qué hacer. La disyuntiva era: caminar o enraizarse en una parada a esperar una o dos horas hasta que pasara un camión o un taxi. Muchos caminaron, otros pidieron aventón y otros se quedaron a esperar.
Con los días han ido saliendo más unidades pero son insuficientes. El gobierno de Acapulco habilitó patrullas de la Policía Municipal para trasladar a la gente. Lo mismo está haciendo la Guardia Nacional: en camiones acarrea a los acapulqueños de un lugar a otro.
