La elección de Tahití para la competición de surf ha generado tanto entusiasmo como preocupación
Mientras París acoge la 33ª edición de los Juegos Olímpicos, algunos eventos se celebran lejos de la ciudad anfitriona, en lugares como Tahití, a más de 15,000 kilómetros de distancia. La elección de Tahití para la competición de surf ha generado tanto entusiasmo como preocupación por las consecuencias medioambientales.
¿Por qué en Tahití?
Tahití, la mayor isla de la Polinesia Francesa, es conocida por sus playas paradisíacas y su clima tropical. Además, tiene una rica tradición surfera y alberga competiciones internacionales. Teahupo'o, en la costa suroeste, es famosa por sus olas, consideradas unas de las más desafiantes y peligrosas del mundo. Estas olas, de 10 a 15 metros de altura, rompen sobre un arrecife poco profundo, lo que crea condiciones extremadamente peligrosas para los surfistas.
Impacto en la biodiversidad
La decisión del Comité Olímpico Francés de utilizar Tahití busca incluir a todos los territorios franceses en los Juegos. Sin embargo, la instalación de infraestructuras, como una nueva torre de observación metálica, podría dañar los delicados arrecifes de coral, hogar de numerosas especies únicas. La construcción y los cambios en los patrones de las olas podrían tener efectos duraderos en el ecosistema.
Riesgos para los atletas
Surfear en Teahupo'o significa enfrentar olas que pueden causar graves heridas debido a la proximidad del arrecife. Los atletas deben navegar las olas con precisión para evitar accidentes potencialmente mortales.
El surf, que debutó en los Juegos Olímpicos en Tokio 2020, vuelve en París 2024, donde los deportistas serán evaluados por su habilidad, velocidad y potencia. La controversia sobre la elección de Tahití destaca la tensión entre la emoción del deporte y la preservación ambiental.
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