Una reforma propuesta en 2021 busca que las decisiones del Consejo de Cultura sean vinculantes para la Secretaría de Cultura.
Saltillo, Coahuila, MÁS. – Desde hace casi tres años, permanece «congelada» en el Congreso del Estado una iniciativa de reforma que otorgaría efecto vinculante a las decisiones del Consejo de Cultura, actualmente ignorado por la Secretaría de Cultura.
Consejeros y la comunidad artística y cultural de la entidad denuncian que están «a expensas de la voluntad política de la autoridad» y que «lo que no está expresamente permitido en la ley, está prohibido para la autoridad».
La iniciativa con proyecto de decreto modificaría el párrafo segundo del artículo 135 de la Ley de Desarrollo Cultural para el Estado de Coahuila de Zaragoza. El documento, presentado el 21 de septiembre de 2021 por la entonces diputada local Mayra Lucila Valdés González, hoy titular de la Secretaría de las Mujeres en el estado, plantea la siguiente modificación:
«El Ejecutivo, a través de la Secretaría de Cultura, ejercitará las funciones que le corresponda conforme a la ley tomando en cuenta y en forma vinculante las decisiones del Consejo de Cultura en el ámbito de su competencia.»
El documento, presentado el 21 de septiembre de 2021 por conducto de la entonces diputada local Mayra Lucila Valdés González, hoy titular de la Secretaría de las Mujeres en el estado, plantea dicha modificación en los siguientes términos:
“El Ejecutivo, a través de la Secretaría de Cultura, ejercitará las funciones que le corresponda conforme a la ley tomando en cuenta y en forma vinculante las decisiones del Consejo de Cultura en el ámbito de su competencia.”
En la respectiva exposición de motivos se aduce que la citada ley precisa “el derecho de toda persona a participar libremente en la vida cultural de la comunidad; a disfrutar de los bienes y servicios culturales y a participar en el progreso científico y de los beneficios que de él resulten”.
Se señala también que Coahuila ha sido ejemplo de tener a mujeres y hombres de gran valía, de grandes ideas que han sobrepasado nuestros límites geográficos, de iniciativas que han sido emuladas por otras entidades”.
Prueba de ello es la participación de la comunidad artística y cultural que, “haciendo uso de su facultad de organización y genuino deseo de participar en la toma de decisiones para las políticas públicas y legislación que le afectan directamente, presentaron ante este Congreso Local una propuesta ciudadana a principios de la década anterior para modificar la mencionada Ley de Desarrollo Cultural”.
Así fue como se logró la creación del Consejo de Cultura, como “un espacio de vinculación, deliberación, colaboración y corresponsabilidad entre la autoridad y la sociedad, en especial con la comunidad artística”, indica el texto.
Esta iniciativa popular, firmada por más de 300 promoventes, pasó de la LVIII Legislatura a la siguiente y, finalmente, el 20 de noviembre de 2012, fue aprobada por unanimidad.
Lo anterior, atendiendo la tendencia de ciudadanizar los órganos gubernamentales y solucionar, en un contexto de mayor amplitud y apertura, las propuestas de los promoventes de iniciativa, bajo la consideración de crear un órgano estatal de carácter ciudadano denominado Consejo de Cultura.
El documento deja claro que dicho trabajo legislativo derivó de “la falta de voluntad política o simulación de parte de los funcionarios culturales a las propuestas ciudadanas de participar en la política pública del ramo, así como de planteamientos concretos que permitieran el desarrollo de una mejor apreciación, creación y difusión de las manifestaciones artísticas de Coahuila”.
En definitiva, respondió a la necesidad de establecer “una verdadera gobernanza, cuyas acciones, planes y programas respondan y se apliquen bajo los principios de transparencia, eficiencia, honestidad economía y planeación democrática real, es decir, con la oportuna y plena participación de la sociedad en las decisiones más importantes en el ámbito del arte y la cultura”.
Finalmente, el 24 de marzo del 2014 se instaló el Consejo de Cultura. Después se realizaron las diversas designaciones y votaciones que, para tal efecto se convocó a la comunidad artística y cultural del estado.
“Sin embargo, sus decisiones”, añade la iniciativa, “vuelven a estar a expensas de la voluntad política de la autoridad, y en diversas ocasiones es la misma autoridad que expresa que “lo que no le está expresamente permitido en la ley, está prohibido para la autoridad”.
De esta manera, dan a entender que no tienen ningún valor vinculatorio las decisiones de este consejo con la secretaría del ramo, a pesar del espíritu de la creación de dicho órgano colegiado.