Hizo un llamado urgente a empresarios e inversionistas para asegurar una liquidación justa para los trabajadores y sus familias.
Subrayó la importancia de mantener la fe y actuar con prudencia en estos tiempos difíciles.
El obispo de la diócesis de Saltillo, Hilario González García, emitió un mensaje dirigido a los obreros y trabajadores de la empresa Altos Hornos de México tras la reciente declaración de quiebra de la compañía. En su discurso, destacó la necesidad de que esta situación no se convierta en un sinónimo de abandono para los empleados, sino que se les otorgue una liquidación justa y adecuada por sus años de servicio.
González García subrayó que Altos Hornos de México ha sido una empresa fundamental en el desarrollo de la ciudad de Monclova durante aproximadamente 80 años. Durante este tiempo, la empresa fue testigo del esfuerzo y dedicación de miles de trabajadores que contribuyeron al crecimiento de la región. Es por esto que expresó su profunda tristeza ante el cierre de una fuente de trabajo tan significativa para la comunidad.
El obispo hizo un llamado a quienes estén involucrados en el proceso de la quiebra, ya sean empresarios, inversionistas o posibles compradores, para que no desamparen a las familias de los trabajadores. Insistió en que se debe garantizar que los derechos laborales de los empleados sean respetados y que se tomen decisiones con base en la cordura y la justicia.
Asimismo, reconoció el sentimiento de desesperación que muchos trabajadores y sus familias pueden estar experimentando al quedarse sin empleo en una ciudad que siempre ha estado llena de esperanza. Sin embargo, les exhortó a no perder la fe en Dios y a exigir que se respeten sus derechos laborales, instando a la comunidad a mantenerse unida y actuar con prudencia en estos momentos difíciles.
González García expresó su esperanza de que, aunque una gran puerta se ha cerrado, se pueda abrir al menos una ventana de oportunidad que evite que la población de Monclova, y en particular los afectados por la quiebra, queden desamparados.
El obispo también destacó la importancia de la solidaridad en estos momentos críticos, instando a la comunidad, iglesias y organizaciones civiles a unir esfuerzos para brindar apoyo a las familias afectadas. Subrayó que, aunque el panorama es incierto, la colaboración y el compromiso mutuo pueden hacer una gran diferencia en superar esta adversidad.
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