El incidente se dio a conocer a través de las redes sociales, donde múltiples testimonios compartieron la impactante historia.
El eclipse solar del año 2024 se convirtió en uno de los eventos naturales más esperados del calendario del año, y atrajo la atención y la expectativa de numerosas personas en todo el mundo. Sin embargo, lamentablemente, este fenómeno celestial no estuvo exento de consecuencias graves para algunos individuos, como fue el caso de un niño que sufrió la pérdida de la vista.
Este trágico incidente se dio a conocer a través de las redes sociales, donde múltiples testimonios compartieron la impactante historia. El menor, en un momento de imprudencia, se retiró los lentes protectores antes de que el eclipse solar hubiera concluido por completo, lo que resultó en daños irreparables en su visión.
El suceso quedó documentado en video gracias a la iniciativa del padre del niño, quien registró el momento en el que la familia vivía el eclipse juntos, tomando todas las precauciones necesarias, incluida la adquisición de lentes especiales para protegerse de los peligrosos rayos solares. Sin embargo, la tragedia golpeó cuando menos lo esperaban, dejando una profunda huella en la vida de todos los involucrados.
Todos se encontraban reunidos en el jardín, cada uno con sus respectivos lentes protectores, maravillados por el espectáculo que se desplegaba ante sus ojos. El padre, mientras grababa el momento y compartía sus reflexiones sobre el fenómeno que estaba ocurriendo en el firmamento, fue interrumpido por uno de sus hijos diciendo: "Papi, no puedo ver nada".
Inicialmente, el hombre pareció no creer lo que escuchaba, pensando que se trataba de una broma de su hijo. Sin embargo, la angustia en los ojos del menor y sus lágrimas incontenibles pronto revelaron la cruda realidad de la situación. El niño repetía entre sollozos que no podía ver nada, mientras se llevaba las manos a los ojos en un gesto desesperado.
El pequeño culpó a su padre por haberle indicado que el eclipse había terminado, lo que lo llevó a quitarse los lentes protectores y mirar directamente al sol. El padre, visiblemente afectado, trató de explicar que había creído que el fenómeno había llegado a su fin, sin imaginar las consecuencias devastadoras que tendría para su hijo.
