Este 21 de agosto se cumplen cuatro meses de que Paco Memo disputó su último partido en la Serie A.
Guillermo Ochoa pasó de incuestionable a cuestionado. Tanto en Selección Nacional como en el Salernitana —su club más reciente— los reflectores se apagaron y el guardameta se sumó a las filas del desempleo.
Este 21 de agosto se cumplen cuatro meses de que Paco Memo disputó su último partido en la Serie A, pues entre una presunta lesión y que trascendió que no seguiría en el club al consumarse el descenso, ya no tuvo actividad en el cierre de la temporada.
Ochoa vivió claroscuros en el conjunto ‘Granata’, en donde disputó 41 partidos y recibió 77 goles. Debido a la fragilidad del equipo era habitual el constante tira-tira en la meta del mexicano durante cada compromiso, y en términos generales solía responder. En varias ocasiones evitó marcadores más abultados, así como en su momento llegó a equivocarse.
Lo alarmante ahora es que el guardameta esté inactivo, cuatro meses es muchísimo tiempo para cualquier futbolista y más en dicha posición que requiere de trabajo específico y entrenamientos en los que se enfrente con situaciones reales de partido.
El parón de Memo también obedece a la decisión de los directivos de la Selección Mexicana que le impusieron a Jaime Lozano el discurso de rejuvenecer al Tricolor, y entre los sacrificados de la vieja guardia que fueron relegados de la Copa América, Ochoa estuvo a la cabeza. Ni club ni Selección.
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