Guillermo Martínez le puso el toque final a la goleada de Pumas sobre Puebla. El ‘Comandante’ fue titular y disputó todo el cotejo ante su exequipo, la Franja, y al final eliminó cualquier insinuación de peligro de la visita debido a que sentenció el marcador 3-0 en Ciudad Universitaria.

El ‘Memote’ avisó de su peligrosidad y al inicio de la segunda parte le anularon una anotación por un fuera de lugar y tuvo que ahogar la alegría luego que había recibido un pase de Robert Ergas para así poner fin al empate que prevalecía en ese momento en el Estadio Olímpico Universitario.

Martínez se colocó como nueve en un 4-2-3-1 que mandó Gustavo Lema en un inicio, pero el ariete mexicano no encontró balones cómodos para rematar por más que buscó opciones y así asociarse con su línea de volantes.

El delantero mexicano jugó bien de poste, bajó balones para los elementos que llegaban en segunda línea, pero le costó enfilarse a la portería que resguardó Iván Rodríguez, un viejo conocido que quiso evitar a cualquier costa los impactos de Memo.

En la primera parte, Martínez apenas tuvo opciones claras en la portería. Pese a que intentó por todos lados, fue bien contenido por la dupla de centrales de la Franja, puesto que Gastón Silva fue quien se le pegó para no dejarlo hacer nada.

Ya en el complemento tuvo un par de opciones más claras. La más peligrosa acabó en gol luego que recibió un centro de Robert Ergas y que definió de buena forma ante la ‘Araña’, quien no pudo evitar tapar el disparo. Pese a todo, el árbitro invalidó la acción por un fuera de lugar en la jugada.

Sus buenos movimientos y la peligrosidad que lo caracteriza llevó a que la zaga poblana se enfocara mucho en él, lo que abrió huecos a sus compañeros, como el caso de Alí Ávila, quien marcó un doblete y rompió la paridad en CU.

Sin embargo, el ‘Comandante’ obtuvo el premio a su insistencia y trabajo, ya que al final del partido marcó el tercer gol de los Pumas y con eso le anotó a su exequipo. En una señal de respeto, el delantero no festejó el gol de forma efusiva, pero fue quien sentenció la goleada en Ciudad Universitaria.