Un día antes del trágico accidente que marcó su vida, Marco Angulo tuvo la oportunidad de hacer lo que más amaba: jugar fútbol.
El 6 de octubre, aunque solo unos minutos, ingresó al campo al minuto 87 durante la victoria de Liga de Quito por 2-0 frente a Orense. Ese partido, dedicado a la afición, sería el último en el que Angulo estuvo presente en Casa Blanca, dejando como recuerdo sus aplausos a los hinchas.
El impacto del accidente
Tras el accidente que lo dejó gravemente herido y en el que perdió la vida Roberto Cabezas, jugador de Independiente Juniors, el apoyo hacia Marco fue inmediato. Sus compañeros de equipo mostraron solidaridad, llevando pancartas con el mensaje: “Va por ti Marco” en cada partido. Este gesto simbolizaba su lucha y se convirtió en una fuente de inspiración para el club en su objetivo de ganar la etapa y asegurar el campeonato.
El capitán Ezequiel Piovi destacó la importancia de dedicar cada esfuerzo a Angulo, quien había sido parte del camino hacia el bicampeonato, aunque las lesiones y la falta de continuidad le impidieron mostrar su mejor nivel en el equipo.
Una prometedora carrera
Marco Angulo regresó a Ecuador tras un año en la MLS con el Cincinnati, equipo con el que ganó la Supporter’s Shield pero donde no tuvo los minutos esperados. Su intención era retomar protagonismo, pero las lesiones obstaculizaron su meta. A pesar de esto, Angulo ya había demostrado su talento en Independiente del Valle, donde se consagró campeón de la Libertadores Sub-20 en 2020 y, dos años después, ganó la CONMEBOL Sudamericana y la Copa Ecuador.
Formación y legado
Nacido en Esmeraldas, Angulo inició su carrera en el club Rocafuerte antes de ser fichado por Independiente del Valle en 2019. Su versatilidad como mediocampista de ida y vuelta, su visión de juego y capacidad para distribuir el balón lo convirtieron en una pieza clave del equipo. Compartió vestidor con figuras como Moisés Caicedo, Piero Hincapié y Willian Pacho, hoy parte de la selección absoluta.
En selecciones menores, destacó con la sub-17 en el Mundial de 2019, mientras que en la mayor formó parte del proceso de Gustavo Alfaro, debutando en dos amistosos.
A pesar de los desafíos y tragedias personales, Marco Angulo dejó una huella importante en el fútbol ecuatoriano, recordado por su talento y el impacto que tuvo dentro y fuera del campo.